22 sep, CI.- Estudiantes, organizaciones sociales y comunidad en general desarrollaron ayer la primera gran movilización nacional después de los meses de confinamiento por la Covid-19. Varias ciudades, entre las que se encuentran Bogotá, Medellín, Popayán, Bucaramanga y Cúcuta, llenaron sus calles en rechazo a la brutalidad policial, a las 61 masacres perpetradas en lo que va de año, a los asesinatos sistemáticos a líderes y lideresas sociales y a las políticas de muerte del Gobierno de Iván Duque.

Bogotá

Este lunes se convocaron numerosas movilizaciones en Bogotá para reivindicar las exigencias que los distintos sectores han tenido desde el comienzo de la pandemia. La renta básica y la matrícula cero universal, garantías laborales para los trabajadores formales e informales y la defensa de la vida fueron las banderas durante toda la jornada. Además, también se rechazaron los crecientes números de feminicidios, los asesinatos de líderes y las 61 masacres que se contabilizan en lo que va de año. La capital colombiana también repudió la violencia policial que se ha desatado durante las últimas movilizaciones de la ciudad.

Las jornadas estuvieron acompañadas de música, baile y diversas artes, algunas de ellas tuvieron como punto de encuentro la Plaza Bolívar, en el centro de la ciudad. Allí el Escuadrón Móvil Antidisturbios -Esmad- lanzó gases y aturdidoras contra los manifestantes, disolviendo el plantón en la plaza. En su último boletín, la Campaña Defender la Libertad reportó 30 personas retenidas y 15 heridas en la capital. Entre estas últimas se encuentran dos defensoras de Derechos Humanos que fueron impactadas por proyectiles.

Fotos realizadas en Bogotá por Johan González

Medellín

La capital antioqueña también hizo sentir su indignación. Cientos de personas salieron a las calles desde las cuatro de la tarde en una movilización que tuvo como punto de encuentro el Parque de las Luces. Desde ahí arrancó rumbo al Parque de los Deseos. La marcha se tomó el centro de la ciudad con arengas, carteles, música y performances. La manifestación transcurrió con normalidad hasta la Avenida Oriental, donde el Esmad intervino. A pesar de esto, la movilización continuó hasta el punto final donde estaba prevista.

Popayán

Hubo dos puntos de reunión en la capital caucana: la Glorieta de La Chirimía y la sede del Servicio Nacional de Aprendizaje -SENA- del Norte. Desde esos dos lugares iniciaron la caminata. Las arengas, los carteles, la danza y la música formaron parte de la expresión de lucha y resistencia. Se rechazaron las masacres cometidas en el Cauca, la violación de Derechos Humanos y los decretos emitidos por la Alcaldía y el Gobierno Nacional que atentan contra la vida digna de las comunidades.

Esta marcha llegó al Morro de Tulcán, como símbolo de apoyo y respaldo a los indígenas Misak que hace unos días tumbaron la estatua del invasor y esclavista Sebastián de Belalcázar. La Policía Nacional y el Esmad bloquearon un tramo del camino que lleva al Morro de Tulcán, sin embargo no se reportaron enfrentamientos ni heridos y la jornada culminó pacíficamente.

Bucaramanga

Bumangueses expresaron masivamente sus inconformidades en las calles. Desde las 10 de la mañana las distintas ciudadanías avanzaron por las principales avenidas de la ciudad hasta concluir en la Plaza Luis Carlos Galán, donde la jornada terminó sobre las tres de la tarde sin ninguna anomalía. Las y los manifestantes protestaron contra el abuso y la brutalidad policial, el exterminio de defensores de Derechos Humanos, y la precarización laboral del decreto 1174 del 2020, entre otros.

Cúcuta

En “la Ciudad Frontera” estudiantes, sindicatos, y diversos colectivos sociales se movilizaron por las calles exigiendo garantías para la vida y rechazando la estigmatización de la protesta así como las masacres ocurridas este año (seis de ellas han ocurrido en Norte de Santander). Por medio de arengas y carteles, las personas denunciaron los asesinatos que se han cometido en Colombia y las medidas arbitrarias emitidas por el Gobierno Nacional.

Solidaridad Internacional con Colombia

Comunidades de personas exiliadas o migrantes junto a organizaciones de solidaridad con Colombia también desarrollaron actos de apoyo a la jornada del 21S.

Defender la vida

A 10 meses del Paro Nacional desarrollado entre el 21 de noviembre y el 21 de septiembre del 2019, Colombia volvió a las calles. Y esto ocurrió en medio de uno de los años más violentos en la historia del país. Los recientes casos de violencia policial, donde la fuerza pública asesinó a 14 personas en Bogotá, se sumaron a la larga lista de violaciones de DD.HH., masacres, asesinatos selectivos y amenazas de las que son víctimas las comunidades.

Esta movilización fue impulsada por una gran cantidad de organizaciones sociales, políticas y sindicales, que siguen exigiendo las demandas presentadas ante el Estado colombiano durante el Paro del 21N. El actual Gobierno colombiano ha aprovechado el confinamiento y la inmovilidad social para gobernar por decreto.

Los resultados más visibles son: el aumento de la militarización de la vida social, el aumento de la violencia política y la represión, la imposición de paquetazos neoliberales, la intensificación del extractivismo y explotación de recursos de la naturaleza y una mayor precarización del trabajo y erosión de todos los derechos laborales. Para la clase popular de Colombia hay más miedo de morir de hambre que morir de Covid-19.

CI CC/PC/22/09/2020/15:30