30 abr. CI.-El gobierno nacional dio las indicaciones para el retorno del sector de la construcción y el de la manufactura a las actividades económicas a partir del lunes 27 de abril. Mientras tanto, el TransMilenio, sistema de transporte masivo de Bogotá, aseguró que pondría en funcionamiento toda su flota. El cuerpo de conducción de la empresa manifiesta su preocupación por el silencio de la misma ante posibles contagios de Covid-19 durante sus jornadas laborales.

Durante el aislamiento preventivo obligatorio decretado para contener la propagación del Covid-19 en Colombia, el TransMilenio ha continuado prestado sus jornadas de servicio. El cuerpo de conducción de este medio de transporte ha manifestado preocupación frente a su continuidad laboral, debido al silencio que guarda la empresa de transportes ante la pregunta de si un posible contagio de Covid-19 sería tratado como una enfermedad laboral, dadas sus jornadas de trabajo y transporte desde sus casas, en donde suelen tienen contacto con otras personas.

Esta inquietud es propia de los derechos laborales que históricamente los sectores populares se han disputado para lograr condiciones de trabajo dignas. Según la página web de TransMilenio, se dará continuidad a las medidas de prevención para su equipo de conducción, entre las que se destacan:

  • Aislamiento con cintas de seguridad en la zona de cabina de conducción, para evitar el contacto y cercanía con las personas que transporta.
  • Dotación de tapabocas, guantes y gel antibacterial con una concentración de alcohol antiséptico de al menos 70%.
  • Dotación de kit de desinfección para cada vehículo.
  • Fortalecimiento de campañas y charlas sobre el correcto lavado de manos y demás medidas de prevención y contención del Covid-19.
  • Actividades de capacitación de manera virtual.
  • Limpieza del habitáculo del conductor en los portales y puntos de inicio de ruta.
  • Uso de termómetros sin contacto, tipo pistola infrarroja, para medir la temperatura al ingreso a los patios.
  • Limpieza y desinfección de los vehículos diariamente en hora valle y cada vez que regresan de la operación.
  • Limpieza y desinfección de las áreas comunes, baños y oficinas en los patios.

Así, ninguna de las medidas e indicaciones que se les ha brindado, logra dar respuesta a la situación que plantean. Además, este no es el único riesgo que corre el equipo de conducción de TransMilenio, pues con las medidas de cuarentena también se les dificulta el transporte hasta sus casas, como lo menciona uno de los conductores que tiene 56 años de edad: “aquí en Soacha el transporte está muy escaso, toca salir y tengo turnos hasta las 11 o 12 de la noche y las rutas de acercamiento nos dejan en San Mateo”, pues estas rutas únicamente prestan el servicio por las vías principales.

En esa situación se encuentran muchos de sus compañeros y compañeras que viven en el municipio de Soacha, pues expone que muchas de estas personas viven en barrios como Compartir, Ciudad Latina, Hogares y Ciudad Verde, y les toca caminar desde San Mateo de regreso a sus casas, tardando “a veces hasta 40 minutos; hay compañeros que viven más al fondo, que viven en Compartir y se demoran hasta una hora, y estamos hablando de las 12 de la noche, 1 de la mañana (…)” indica el conductor.

Las dos problemáticas mencionadas –respuesta ante riesgos por contagio de la Covid-19 y la insuficiencia de transporte para regresar a sus casas– se traducen para el equipo de conducción en serios problemas de seguridad. Por un lado son amenazas  para la salud de ellos mismos y por ende de sus familias, dadas las características de las cadenas de contagio del virus; y por otro, para la integridad física por el riesgo de caminar hasta una hora, a altas horas de la noche, para llegar a sus casas en contextos de calles solitarias y con alto control policial.

Es así como se continúa evidenciando el alto riesgo en el que se encuentran los sectores populares, quienes están siendo afectados en mayor medida por algunas de las medidas tomadas desde el Gobiernos nacional y distrital en el aislamiento preventivo obligatorio; riesgos que se han agudizado y visibilizado durante la pandemia, pero que no son más que el reflejo de las múltiples contradicciones de una sociedad profundamente desigual como la colombiana.

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