23 mar CI.- Líderes, lideresas sociales, organizaciones populares y la comunidad del municipio de Villagarzón, Putumayo, han luchado durante años contra empresas nacionales y multinacionales que han explotado los bienes naturales de la región.

Marco Rivadeneira, asesinado el 19 de marzo de 2020, era uno de los líderes que trabajaba incansablemente por la defensa del territorio y por adquirir condiciones de vida digna para la comunidad; así como él, líderes y lideresas han sido asesinadas en el camino de la construcción de un país libre y justo para los pueblos.

“Sentimos que deja un vacío inmenso en el movimiento social de nuestro territorio; una persona como Marco que siempre estuvo pendiente de las necesidades de las comunidades, una persona que dio la lucha de frente, con muchos otros compañeros, contra los avances de las transnacionales petroleras y mineras (…) Es triste que sigan asesinando a nuestros compañeros. En el Putumayo este año han habido más de diez compañeros asesinados”, expresó Eduardo Estrella, integrante de la Asociación Salado de los Loros, en Villagarzón.

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Villagarzón es un municipio que se caracteriza por tener una inmensa biodiversidad. Sin embargo, empresas nacionales como Ecopetrol y multinacionales dedicadas a la extracción de hidrocarburos como Gran Tierra Energy y Emerald Energy, han invadido el territorio, explotando los bienes naturales y destruyendo el ecosistema, sin tener una mínima preocupación por el bienestar de las comunidades.

“Con el compañero Marco nos habíamos enfocado en la defensa del territorio. La idea de todos nosotros es hacer un trabajo mancomunado de todas las fuerzas vivas que defendemos el territorio a nivel regional y todo el tema del Suroccidente que lo venimos trabajando también desde las organizaciones sociales”, manifestó Eduardo Estrella.

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En Villagarzón la lucha por la defensa de la naturaleza ha sido constante. Asimismo, líderes, lideresas sociales, organizaciones populares y la comunidad en general, han luchado a diario para que no se sigan violando los derechos fundamentales y de esa manera poder construir un territorio en el que se garantice la vida digna para los habitantes de la región.

“Uno cuando ejerce esta labor lleva una lápida en la espalda. Prácticamente por lo que nos están asesinando, es por hacerle frente a esas transnacionales mineras y petroleras para que no sigan haciendo daño en nuestro territorio (…) La idea es defender el territorio de esas empresas, porque el petróleo no es fundamental para nosotros, lo fundamental es la vida y si no hay agua, no hay vida”, afirmó Eduardo Estrella.

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