3 nov. CI.- El Juez Federal Sergio Moro aceptó ser ministro de Justicia del presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro. Este mismo juez, fue el encargado de condenar al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva lo que evidencia las dudas sobre su transparencia como magistrado.

Por Brasil de Fato.*El juez federal Sergio Moro aceptó el pasado jueves 1 de noviembre, la invitación del presidente electo de extrema derecha Jair Bolsonaro para comandar el llamado superministerio de Justicia. El magistrado aún va a divulgar una nota detallando los términos de la propuesta que aceptó.

La idea propuesta por Bolsonaro es que el Ministerio de Justicia pase a tener la responsabilidad de cuidar también de la Seguridad Pública. En ese sentido, Moro pasará a comandar también la Policía Federal, hoy subordinada al recién creado Ministerio de Seguridad Pública.

El ex ministro de Justicia Eugenio Aragão hizo duras críticas a esos movimientos por parte del magistrado. Aragão apunta que el mismo juez que condenó al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, inhabilitando su participación en un proceso electoral en el que era favorito para ganar en primera vuelta, es aquel que ocupará el cargo de ministro de Justicia de Jair Bolsonaro a partir del 1º de enero de 2019.

“Eso apenas confirma todo lo que dijimos hasta hoy, que él, en realidad, no era juez. Él estaba atrás de una ventaja personal para su carrera, cultivando su vanidad y, en verdad, llegó a donde quería llegar”, afirmó Aragão.
La profesora de Derecho Constitucional de la Pontificia Universidad Católica de Paraná -PUC-PR-, Cláudia Maria Barbosa, también había alertado que, después de posesionado en un cargo político, los abusos de Moro no tendrán el mismo tratamiento que tuvieron en la magistratura.

“La ocupación, por el juez, del Ministerio de Justicia, expone la politización indebida del Poder Judicial, y eso ya es una señal para que la población y la propia prensa estén atentas. Por otro lado, el Ministerio de Justicia no es el Poder Judicial. Entonces, las garantías de inmunidad que, en tanto juez, Sergio Moro tuvo cuando cometió excesos y abusos, él no las tendría dentro del Ministerio de Justicia, al final es un cargo de libre nombramiento, pero también de libre remoción”.

Aragão recuerda varios casos controversiales en los que el juez Moro extrapola sus atribuciones para perseguir a Lula y a sus familiares.

“Del punto de vista ético, es algo lamentable. Del punto de vista de la historia del señor Moro, en verdad, eso prueba apenas que el crimen paga. Lo que él ha hecho a lo largo del proceso de la Operación Lava Jato en relación con Lula y su familia fue criminal. Abrió sigilos que fueron quebrados de forma ilegal, fuera del período autorizado, dio publicidad a conversaciones particulares entre Doña Marisa y su hijo. Moro fue todo menos un juez. Él fue más verdugo que juez… Es un ser pequeño, que prueba la pequeñez del gobierno al cual va a servir”.

El ex ministro afirma que la aceptación de Moro del cargo puede servir como otro argumento de sospecha sobre el juez para juzgar los procesos relacionados al ex presidente Lula. Pero pondera que la decisión final cabrá a las cortes superiores, que hasta el momento no han asumido su responsabilidad.

“Aquí, una vez más, tendríamos una argumentación para sospechar de Sergio Moro. Ya fueron interpuestos varios argumentos de sospecha. Todos ellos flagrantes, por opiniones que él dio públicamente, por la forma como él procedió. Podemos hasta argüir, pero falta saber si el Poder Judicial va a asumir su responsabilidad. Desgraciadamente, hasta ahora no lo hizo”.

Con la aceptación del cargo, Sergio Moro tendrá que abandonar su carrera en la magistratura, pre condición establecida en la ley.

*Brasil de Fato es un medio alternativo y popular aliado.

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