12 oct CI.- En la Plaza de Bolívar, frente a la Casa del Presidente Juan Manuel Santos, José Asdrúal decidió reclamarle al Gobierno, a las Fuerzas Armadas revolucionarias de Colombia -FARC-, y a la sociedad por los resultados del plebiscito para la refrendación del acuerdo de paz entre el Gobierno Nacional y el grupo insurgente. Mientras tanto los promotores del ‘sí’ continúan con la tarea de concienciar a la población, por medio del dialogo, para terminar políticamente con este conflicto armado que ha victimizado a millones de personas en Colombia.

Con el triunfo mayoritario del ‘no’ en las urnas, las voces a favor del ‘sí’ no han dejado de hacer eco. Así lo demuestra en su relato José Asdrúbal, un señor nacido en el departamento del Caquetá víctima, dos veces, de desplazamiento por parte de las FARC, quien decidió protestar en la Plaza de Bolívar con cadenas de acero alrededor de su cuello; una víctima más que salió huyendo hacia la ciudad de Bogotá, como millones que ha dejado este conflicto político y armado en todo el país.

Desde hace cuatro días José se encuentra alrededor del monumento del libertador Simón Bolívar en donde, a lo lejos, los transeúntes de este representativo lugar de Bogotá pueden ver en carteleras un llamado para “terminar con esta guerra absurda y que tantas víctimas ha dejado”. Su caso revictimizado, esta vez por la exposición pública, recuerda a las FARC y el Estado colombiano como los culpables; y exige que ahora la sociedad lo respalde.

La postura de José deja ver el cansancio de la guerra y la cantidad de vicisitudes que ha tenido que vivir, desde los años noventa, para escapar de las garras de la guerra, y la impotencia de no encontrar respuesta por parte de la institucionalidad; una carpeta que siempre carga en su mano y que contiene las cartas que encarnan su caso, testifica la situación. En todos estos años “he demandado tranquilidad y reparación económica por las pérdidas que me ha dejado esta guerra”, afirma José cuando se le pregunta por las razones de su huelga.

Aunque sus deseos de justicia no han sido escuchados por el Gobierno y la reparación parece no estar cerca, él pide al gobierno de Santos: “Garantizar un entorno para que los integrantes de la guerrilla de las FARC salgan de la montaña porque, de lo contrario, no será posible que esta gente se desmovilice”.

A pesar de esta situación, este caso representa el anhelo de millones de colombianos y colombianas víctimas de la guerra, que buscan lograr una salida pacífica al conflicto armado y encuentran el sentimiento de perdón a sus victimarios, a pesar de las pérdidas que les ocasionaron. “Aunque esta gente le ha hecho mucho daño a la gente debemos abrirle todas las puertas a la paz” dice José. Pero, a pesar de este anhelo de paz, él aún guarda grandes reservas con lo acordado en La Habana, sobre todo, en el tema de la participación política de las FARC y sobre la justicia retributiva.

Por último, José hace un llamado que se suma a las voces de muchos sobrevivientes de este conflicto armado y político con el grupo insurgente de las FARC: “Para que las partes hagan grandes esfuerzos el daño a las víctimas, y esta maldita guerra, debe terminar”.

Al finalizar esta entrevista a José se unió el señor Víctor Hernández, ex militar del Ejército, quien por razones de su servicio para las Fuerzas Armadas terminó en condición de capacidad de movilización limitada. Su manera de protestar es una huelga de hambre por el olvido del Estado hacia las víctimas del conflicto.

El Dato

En la Plaza de Bolívar, de la ciudad de Bogotá, se encuentran tres focos de movilización ciudadana:

  • La huelga de varios desplazados en condición de capacidad de movilización limitada.
  • José Asdrúbal y Víctor Hernández como desplazados.
  • El campamento permanente para la paz.

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