16 nov CI.- El papel del botadero Doña Juana en el Plan de Ordenamiento Territorial -POT- de Bogotá es un tema que afecta a cientos de familias que habitan a su alrededor. La vecina incómoda es un documental producido por el colectivo La Rula, de la mano del proceso popular Asamblea Sur, y de múltiples colectivos sociales del sur de la ciudad. El documental busca dar a conocer las implicaciones del basurero para el territorio y los habitantes que viven cerca.

Para dar a conocer y socializar esta problemática con los habitantes de la ciudad, La Rula ha organizado varios eventos en los cuales se proyecta el documental, junto con reflexiones de los pobladores víctimas de los daños de Doña Juana. La pieza audiovisual reconoce y resalta las necesidades y conflictos socioambientales a los cuales se deben enfrentar miles de personas por la presencia de la vecina incómoda: Doña Juana.

Hace poco menos de un mes, en el espacio cultural La Redada, del centro de la ciudad, se reunieron colectivos sociales, estudiantes, profesores, colectivos de comunicación, habitantes del sur de la ciudad, entre otros, para llevar a cabo el conversatorio “expropiando a Doña Juana”. Allí se buscó reflexionar, partiendo de una mirada crítica, acerca del papel del botadero en los planes de ordenamiento territorial de la ciudad.

Adicionalmente se llevaron a cabo muestras culturales por parte de las agrupaciones Vox Populi, digna Natura Ancestral Revolutiva y Supersón Freilejónico. La Asociación Red Itoco, Proceso Popular Asamblea Sur, Cumbre Urbana, Colectivo Mayaelo Majuy, y el observatorio colombiano para la gestión integral de residuos sólidos, fueron los procesos académicos, populares y sociales que compartieron sus reflexiones en torno a Doña Juana y el POT que tiene que construirse e implementarse en la administración de Claudia López.

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Contaminación, enfermedades respiratorias, plagas de insectos, parecen que continuarán hasta el año 2062, condenando a las poblaciones sureñas a convivir con esta situación que impide el vivir una vida digna. En el conversatorio de La Redada, se abordaron reflexiones micro y macro para comprender las dinámicas internas de cada proceso, y como estas dinámicas hacen una lectura propia del territorio.

Las posturas críticas de los panelistas permitieron ver la forma en que cada proceso enfrenta y entiende la problemática. “Se debe reconocer una deuda social, ambiental y ecológica que debe ser redimida a las comunidades, por parte de quienes impulsaron el botadero en esta zona de la ciudad” sostuvo el Proceso Popular Asamblea Sur. Las ocho mil toneladas de basura que se producen al día se transforman en un negocio para los sectores privados que se han llenado los bolsillos con la afectación de comunidades enteras del sur de Bogotá, especialmente de la localidad de Ciudad Bolívar.

Constituyente distrital

Desde Asamblea Sur se habló de la necesidad de iniciar un proceso de una Asamblea Constituyente del sur de Bogotá que derive en una nacional, en donde se genere autonomía local y poder popular, que permita gestionar las basuras desde lo local, y así arrebatar el negocio a las empresas privadas.

Otra preocupación que nace alrededor de esta problemática surge de la voz de la Asociación Red Itoco, en donde se plantea que las políticas territoriales y de planeación urbana no han servido como instrumentos que democraticen el acceso al suelo, la generación de buena calidad de vida para los habitantes, y el abogo por un desarrollo sostenible. No existe una real participación de las comunidades a la hora de planificar el uso de los suelos en donde habitan, ni para formular las políticas de uso de basuras.

“A lo que nos enfrentamos es a un Régimen de basura, el cual condiciona nuestra relación con la basura, sus usos, y la forma en que nos deshacemos de ella”. Según El profesor Frank Molano de la Universidad Distrital, este régimen de basura nos impide gestionar nuestra basura comunitariamente, lo cual nos lleva a un escenario de privatización de la basura, en la cual el ciudadano no tiene ningún tipo de control.

Aparte de la expropiación de las basuras, se está expropiando el territorio del sur de Bogotá, para llevar a cabo los negocios privados alrededor de la eliminación de desechos. Surge la necesidad de promover Consejos Territoriales Populares para construir poder de decisión en todos los territorios de la ciudad; crear poder popular.

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Los intereses populares por los cuales se debe buscar una organización territorial que no esté al beneficio de los grandes monopolios privados, son justamente los que se han ignorado históricamente. La basura es enviada al sur de la ciudad y las grandes sumas de dinero que provienen de este negocio se la quedan los sectores adinerados que habitan lugares alejados del sur y de estas problemáticas.

Una de las familias con mayor capital económico y político en el país está detrás de los negocio de la basura. El hermano de Germán Vargas Lleras es una de las personas detrás de los monopolios de la basura en Bogotá, aseguraron en el espacio de debate. Por esto, desde la Cumbre Popular Urbana se hace un llamado a la participación real mediante la autonomía que se genera a partir del gobierno propio en los territorios y del poder popular.

Es necesario pensar un nuevo modelo de ciudad que sea realmente incluyente, participativo y que responda a los intereses de las comunidades que han sido afectadas por las decisiones de las administraciones que ordenan el territorio en la ciudad.

La estrategia que concluyó el espacio para enfrentar el problema de las basura, y la forma en que debe plasmarse en el nuevo POT, gira en torno a crear autonomía en los territorios, fortalecer la participación de las comunidades, diálogo entre quienes habitan y conocen las características de los lugares sobre los cuales se va a decidir. De esta forma se puede llegar a un escenario en el cual las comunidades puedan gestionar sus propios desechos de manera comunitaria, mediante pedagogía que generen capacidades en las comunidades para hacerlo.

CI DC/JA/16/11/2019/09:00