28 abr. CI.-El barrio Nueva Jerusalén está ubicado en el municipio de Bello, Valle de Aburrá, entre  los  barrios París y La Maruchenga. Es el tercer asentamiento urbano más grande del país con un promedio de 30 mil habitantes que corresponden, principalmente, a víctimas de desplazamiento forzado en el marco del conflicto armado.

La mayoría de las personas que residen en este barrio viven de la economía informal. Por este motivo, actualmente se encuentran sin el sustento económico necesario para garantizar condiciones de permanencia en sus casas.

Aunque los trapos rojos están presentes en todas las viviendas y han realizado acciones de movilización como «cacerolazos», la administración no ha prestado atención, ni mucho menos han llegado las ayudas.

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En este barrio la presencia de la administración se ha limitado a procesos de desalojo como el que se llevó a cabo en 2017, cuando se buscó desalojar a más de 175 familias, incumpliendo una acción popular del 2014 en la que se indicaba que en caso de que este procedimiento se llevara a cabo, debía garantizarse una vivienda.

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Ante la ausencia de ayudas por parte de la Alcaldía de Medellín y Bello, la comunidad de Nueva Jerusalén se ha movilizado para visibilizar la situación y han emprendido acciones con otras organizaciones gestionando ayudas para quienes no tienen alimentos para sobrellevar la cuarentena.

Sin embargo, esta semana el Colectivo Lazos de Libertad emitió un comunicado en el que denuncia hostigamientos hacia los líderes que han encabezado las denuncias y las acciones de solidaridad, pues el 27 de abril circularon mensajes de Whatsapp sindicando a los líderes de varios delitos y referenciándolos como «ratas».

«Exigimos una vez más al Gobierno Nacional, que se brinden las garantías suficientes a los líderes comunitarios y barriales y se evite ponerles en riesgo frente a las agresiones de actores armados», afirman en el comunicado.

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Fotos por: @ruido__

CI AA/ND/28/04/2020/13:30