12 sep. CI. – Pedro Albizu Campos nació en Ponce, Puerto Rico, el 12 de septiembre de 1891. Fue un político, líder social y la figura más relevante en la lucha por la independencia de su país en el siglo XX. Se le conoció también como ‘El maestro’, ‘Don Pedro’ y ‘El último libertador de América’. «Grande es el imperio al que nos enfrentamos pero más grande es nuestro derecho a ser libres».

Estudió Ciencias y se especializó en Ingeniería Química en la Universidad de Vermont y estudió Derecho en la Universidad de Harvard. Como estudiante se solidarizó con las luchas de liberación nacional de Irlanda y de la India e hizo amigos entre los independentistas de ambas naciones, entre ellos Subhas Chandra Bose, líder nacionalista indio que acompañó a Mahatma Gandhi en su gesta libertadora, y Éamon de Valera, político irlandés que posteriormente fue presidente del país tras la independencia.

En 1921 terminó sus estudios y regresó a su natal Puerto Rico a trabajar como abogado y se dedicó a orientar a los puertorriqueños sobre su condición de colonia y la importancia de asumir su derecho de autodeterminación. «No he venido a entretener a mi pueblo. No. Yo no soy artista. No quiero aplausos. Oigan bien. He venido aquí porque yo no creo en el exilio voluntario. He venido porque en mi patria, esclava como está hoy, es donde está mi deber y nadie debe rehuir de la madre enferma y lisiada porque es entonces cuando más necesita del amor de sus hijos».

Ingresó a finales de los años 20 al Partido Nacionalista de Puerto Rico (PNPR), el cual buscaba la plena independencia de la isla y viajó por varios países de Latinoamérica con el propósito de recabar solidaridad a favor de la emancipación de su país. En 1932 concurrió a las elecciones legislativas, en las que obtuvo poco apoyo, aunque contaba con una gran simpatía popular, así que decidió no concurrir más a elecciones convocadas por la administración estadounidense y a no acatar el servicio militar obligatorio. Tras pasar a la lucha armada, Albizu fue condenado en 1936 por conspirar para derrocar el gobierno de los EE.UU en la isla, y por varios actos violentos en contra del gobierno. Ese mismo año, Albizu Campos y los principales líderes nacionalistas, Juan Antonio Corretjer y Clemente Soto, fueron detenidos y trasladados a una prisión de Atlanta.

En 1947, tras 11 años de prisión, Albizu regresó a Puerto Rico y continuó en la lucha armada con el objetivo de demostrar que había oposición e iniciativas de emancipación. El 30 de octubre de 1950, una acción militar, el Grito de Jayuya, incluyó un atentado al presidente Harry Truman y Pedro Albizu fue señalado como el responsable, así que fue detenido y acusado. «Cuando la tiranía es ley, la revolución es orden».

En la cárcel, la salud de Albizu Campos se deterioró y en 1956 sufrió un derrame cerebral, después de las constantes denuncias que él interpuso respecto a posibles experimentos con radiación a los cuales lo estaban sometiendo en prisión. No obstante, la penitenciaría argumentó que Albizu tenía problemas mentales, aunque muchos médicos lo examinaron y encontraron síntomas de radiación. En 1994, bajo la administración del presidente Bill Clinton, el Departamento de Energía reveló que llevó a cabo experimentos con radiación en seres humanos. Estos experimentos se realizaron, sin el consentimiento de los prisioneros, en las décadas del 50, 60 y 70.

Pedro Albizu Campos falleció el 21 de abril de 1965. Su entierro fue uno de los más concurridos en toda la historia de Puerto Rico. «En la cárcel o frente a la muerte, renovamos nuestros votos de consagración a la causa de la la independencia de la patria».

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