11 oct. CI.- Más de 15 días completa la Universidad de Pamplona en cese de actividades académicas y administrativas y en Asamblea Permanente convocada por estudiantes.
La educación pública de Colombia está en crisis. Esta crisis está originada por la falta de financiación e inversión estatal y así como por la imposición de la Acreditación de Alta Calidad a las universidades públicas a nivel nacional.
Aunque docentes y estudiantes de las instituciones de educación superior públicas han estado en desacuerdo con las políticas de privatización desde años anteriores, ha sido este segundo semestre del 2017 el momento coyuntural para que en el país se reclame por el abandono estatal.
Las manifestaciones desarrolladas durante el pasado miércoles 4 de octubre fueron resultado de esta convergencia de fuerzas estudiantiles en los diferentes departamentos.
La Universidad de Pamplona, en Norte de Santander, no es ajena a ninguna de las problemáticas anteriormente mencionadas y, más bien, comparte el sentir nacional desde las dificultades financieras, académicas y estatutarias por las que el cuerpo estudiantil se ha levantado.
Antecedentes y panorama nacional
Con la aprobación de la Ley 1819 del 2016 o reforma tributaria se agudizó la crisis de las universidades públicas en Colombia. En el Artículo 184 se anticipa que “0.5 puntos del impuesto sobre las ventas se destinará a la financiación de la educación (en términos generales) y el cuarenta por ciento (40%) de este recaudo se destinará a la financiación de la Educación Superior Pública”.
Pero en el Artículo 369 se menciona que “estos recursos también podrán destinarse a la financiación de programas consistentes en becas y/o créditos educativos otorgados por el ICETEX”, lo cual resulta en una desviación de fondos públicos al capital privado o, en otros términos, en un modelo de desfinanciación de la educación superior.
Sumémosle a esta situación que al Impuesto Sobre la Renta Para la Equidad -CREE- se le incluyó en el año 2015 dos destinaciones extras (la primera para el “supuesto” mejoramiento de la calidad de la Educación Superior; la segunda para créditos-becas a través del ICETEX o programa Ser Pilo paga)
En total, esto le ha costado a las universidades públicas el no ingreso de 434. 871 millones.
En el mes de julio de este año, el Presidente Juan Manuel Santos aprobó una adición al Presupuesto General de la Nación de 8,56 billones destinados a “programas sociales”. El presupuesto para el sector de educación se elevó de 1,52 billones de pesos (495 millones de dólares) hasta los 35,4 billones de pesos (11.528 millones de dólares). Este se dividirán de la siguiente manera:
- Raciones de alimentos para millones de niños de los colegios oficiales.
- Construcción de nuevas aulas para colegios oficiales.
- Más cupos para el programa Ser Pilo Paga.
Situación actual de la UniPamplona
El proceso de Paro en la institución se ha dividido en dos momentos decisivos:
El pasado martes 26 de septiembre surgió la necesidad de un cierre de la universidad por parte de algunos estudiantes que visibilizaron una serie de exigencias enmarcadas en varias problemáticas locales de la institución.
“Por condiciones logísticas ellos tienen que abandonar la universidad, la Administración hizo oposición como tal y se disolvió el cese momentáneamente”, relató Jonathan Acevedo, estudiante de Ingeniería Industrial y miembro de la organización Escuela Paulo Freire.
A partir de esta iniciativa, se retomó el cese de actividades con término indefinido desde el lunes 2 de octubre. Esta vez de manera más amplia. Se sumaron algunas organizaciones estudiantiles y varios estudiantes de las diferentes carreras de manera independiente.
Las exigencias de los estudiantes están enmarcadas en dos puntos amplios que a su vez desencadenan en varias peticiones orientadas a las mejoras de la calidad de educación y el bienestar de los alumnos.
El primer punto, que aborda lo financiero, se divide a su vez en dos escenarios: el local y el nacional. A nivel local la principal exigencia que se hace desde las Asambleas Estudiantiles desarrolladas hasta la fecha es el esclarecimiento del estado económico de la Universidad. Teniendo en cuenta que la intervención estudiantil en las decisiones con respecto al manejo financiero es nula, los estudiantes demandan que el estado económico sea revelado públicamente con la documentación pertinente para que sean ellos mismos quienes revisen el uso del presupuesto del Alma Mater.
“Solicitamos que se publique en 15 días hábiles siguientes a la fecha de este comunicado el estado real de la situación financiera a corte 30 de septiembre de nuestra universidad; dichos documentos deben ser suministrados a la Asamblea Estudiantil con el debido acompañamiento del personal idóneo que haga parte de la comunidad académica de la universidad”, exige el comunicado No. 001 de la Asamblea Estudiantil, realizada el pasado 2 de octubre.
En el mismo punto se encuentra la problemática de la incierta situación de la Institución Prestadora de Servicios -IPS- Unipamplona en dos aspectos: el administrativo financiero y el estudiantil. El escenario no es nada alentador: “tenemos que la IPS ya presenta un estado de liquidación el comité ejecutivo ya decide terminar con ella el contrato como tal”, manifestó Acevedo.
Las causas de la liquidación de la IPS no son claras, igual que su estado financiero. A partir del también incierto estado financiero de la IPS, los estudiantes han consagrado en el Punto Seis del mismo comunicado asambleario que:
“Solicitamos un informe de situación financiera de la IPS UniPamplona por el revisor fiscal a fecha de septiembre de 2017 y de su verdadera vinculación con la Universidad. Exigimos aclarar el papel que ejercerá la Universidad de Pamplona en la Nueva Fundación y requerimos el compromiso real de los convenios para mantener ahora y en el futuro los adecuados escenarios de prácticas de la Facultad de Salud”.
El descontento universitario es masivo. La sede en Villa del Rosario de la UniPamplona también se encuentra cerrada.
Las exigencias en el escenario nacional abarcan la intervención tanto de la Presidencia como del Ministerio de Educación Nacional -MEN- para que atiendan no sólo a la UniPamplona sino a todos los estudiantes y profesores que piden al Gobierno porque las instancias gubernamentales y nacionales concienticen y problematicen la situación de la educación del pueblo.
Educación Pública contra Acreditación de Alta Calidad
La comunidad de la UniPamplona, al igual que todas las universidades públicas del país, tiene que sortear la Acreditación de Alta Calidad impuesta por el Ministerio de Educación. El Comité Nacional de Acreditación -CNA- ha establecido requisitos básicos en lo que respecta a recursos bibliográficos, investigación, planta docente e infraestructura.
El Gobierno entiende pide que los centros públicos de educación superior sean “de alta calidad”, ignorando (al parecer) el recorte de la inversión económica que estos tienen. En los últimos 20 años esta entidad de Pamplona ha pasado de 12.000 estudiantes en 29 programas a más de 25.000 y 80 programas académicos.
De esos 80 programas académicos se impone la Acreditación de 11, que representan el 25 % de su totalidad. De no cumplir con dicho requisito de Acreditación la Universidad está obligada a que en fechas del próximo año se Acredite el doble, es decir el 50%. Es decir, como su fuera una deuda.
¿Cómo responder a tales exigencias con tan poco presupuesto, tan acelerado crecimiento y un agudo grado de abandono estatal?
“Estamos con una gran presión del Ministerio. Nos van a dar tres años para lograr la acreditación o simplemente desaparecemos. El semestre entrante ya no habrán estudiantes de tres programas. Esto quiere decir que la universidad pública está siendo castigada”, aseguró uno de los docentes de la UniPamplona.
En las exigencias estatutarias de los estudiantes, estos dejan claro que las reformas en el estatuto surgirán desde asambleas triestamentarias (docentes, administrativos y estudiantes).
El cumplimiento de las reformas están proyectadas para el mes de noviembre del año en curso. Pero se hace necesario que exista un compromiso verbal y físico de parte de administrativos y directivos de la institución para la garantía del adelanto de reformas desde la actualidad y su futuro cumplimiento en el tiempo establecido.
“Los espacios de representación estudiantil, se quedan muy cortos para la participación, por eso recurrimos a instancias mucho más amplias que son precisamente la modificación del estatuto por medio de una Asamblea Estudiantil y que a partir de esta se genere una triestamentaria”, manifestó Bladimir Garcés Carrillo, estudiante de la UniPamplona.
Esperanzas
Mientras tanto, los estudiantes siguen esperando la disposición de administrativos para iniciar negociaciones. Siempre dejando claro condiciones mínimas que necesitan ser resueltas ya:
- El reinicio de actividades en el restaurante universitario para que los estudiantes beneficiados del mismo no vean afectadas sus necesidad de alimentación por la lucha estudiantil.
- La garantía de no persecución política, ni jurídica, así como la no sanción disciplinario y/o académica para los estudiantes que se encuentran en apoyo y respaldo al cese de actividades.
- La flexibilidad académica para los estudiantes, teniendo en cuenta el período de cese y anulando las calificaciones que se hayan dado durante este lapso.
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