El 21 de agosto de 1940, murió asesinado en Coyoacán, Ciudad de México, el revolucionario Lev Davídovich Bronstein, conocido como León Trotsky quien es recordado a los 74 años de su muerte como uno de los defensores del socialismo más importante de la historia universal. Desde joven sobresalió por su aptitud intelectual; fue enviado a una escuela en Odessa, donde tomó clases durante ocho años y mostró interés por el Populismo, aunque hizo rápida transición al marxismo que lo llevó a formar en 1897 la Unión de Obreros del Sur de Rusia.

Debido a su participación en esa organización, fue detenido, encarcelado y desterrado rumbo a Siberia. Sin embargo, logró escapar en 1902 con destino a Europa. Tras su paso por la cárcel, adoptó el seudónimo de Trotski, nombre del carcelero que lo vigiló.

Este político y teórico revolucionario soviético fue protagonista de la Revolución Bolchevique en Rusia en 1917, proceso que dio origen al primer Estado obrero del mundo. Durante la guerra civil subsiguiente Trotsky desempeñó el cargo de comisario de asuntos militares, también estuvo encargado de negociar la retirada de Rusia de la Primera Guerra Mundial mediante la Paz de Brest-Litovsk.

León Trotsky tuvo a su cargo la creación del Ejército Rojo, que consolidaría definitivamente los logros revolucionarios. En los primeros años de la Revolución Rusa venció a 14 ejércitos extranjeros y a los ejércitos rusos blancos contrarrevolucionarios, durante la guerra civil rusa. Fue condecorado con la Orden de la Bandera Roja. Además de hombre de acción fue de los mejores intelectuales y escritores del bolchevismo.

Su posterior enfrentamiento político e ideológico con Josef Stalin, que le colocó al frente de la oposición de izquierda en la III Internacional Comunista, causó su exilio y posterior muerte en Coyoacán, México, cuando fue víctima de un atentado efectuado por un ciudadano español, cuyo nombre era Ramón Mercader, un agente del Comisariado del Pueblo para Asuntos Internos de la Unión Soviética.