14 sep. CI.- El pasado 11 de septiembre, el Ejército de Liberación Nacional – ELN- libero en el departamento del Chocó a 6 personas que tenían retenidos desde principios de agosto, con los tres militares liberados en Arauca en días pasado, son nueve las liberaciones unilaterales que realiza esta guerrilla como gesto de paz para dar continuidad a la mesa de diálogos, sin embargo, el Gobierno de Iván Duque insiste en mantener precondiciones para su continuidad. La Paz continúa enredada.

Aunque fue imposible que el Gobierno y el ELN se pusieran de acuerdo para concretar unos protocolos conjuntos para la liberación de los uniformados, esta guerrilla adelanto su liberación unilateral. Como se ha conocido, el acuerdo no fue posible por la reticencias del Gobierno a la participación de países garantes (Cuba y Noruega) en el operativo de liberación, pues esto implicaría darle formalidad y continuación a la mesa de diálogos, cuando según el Gobierno, esta tenia que ser una acción por fuera de la mesa y una exigencia unilateral para el ELN.

En su discurso presidencial, Iván Duque anunció un período de un mes para evaluar el recorrido de la mesa y su eventual continuación. Transcurrido este plazo, los diálogos de paz se encuentran suspendidos, la Delegación de paz del ELN espera en La Habana a su contraparte para continuar con las negociaciones. Sin embargo, el Gobierno Iván Duque se mantiene rígido en sus exigencias con el ELN para darle trámite al proceso, estas incluyen la liberación de todos los secuestrados y el cese de todas sus actividades militares.

El martes pasado el Frente de Guerra Occidental de esta guerrilla que opera en el departamento del Chocó, entregó a los tres militares, dos civiles y un policía que permanecían en su poder. Con esto el ELN cumplió con las liberaciones anunciadas y desarrolladas unilateralmente. En el operación participaron como acompañantes el Comité Internacional de la Cruz Roja, la Defensoría del Pueblo, la iglesia Católica, organizaciones y lideres sociales, y la Gestoría de Paz del ELN.

Aunque se esperaba que con estas liberaciones, las negociaciones de paz se retomarán y las partes pudieran convenir su desenvolvimiento futuro, ese mismo día el Presidente Iván Duque, desde Pasto en un evento público afirmo: “Celebro que haya personas que estén retornando hoy a sus hogares después de haber padecido la tragedia del secuestro. Si hay genuina voluntad de paz, debe haber suspensión de actividades criminales y la liberación de todos los secuestrados”.

Mientras que el ELN ha insistido en el carácter bilateral de los acuerdos y en la negociación del fin de las actividades militares en la mesa, el Gobierno de Iván Duque continúa rígido en la exigencia de precondiciones para los diálogos de paz. Por otra, la narrativa del Gobierno ha cambiado, nombrado al ELN como Grupo Armado Organizado (GAO), insistiendo en la fórmula de Desarme, Desmovilización y Reincorporación, y privilegiando el discurso de la legalidad sobre el de la paz, entre otras al Alto Comisionado para la Paz, ahora se le ha añadido Legalidad y Convivencia.

Si el Gobierno continúa insistiendo rígidamente en un modelo de negociación que solo contempla las acciones militares y el sometimiento del ELN, y no incluye demandas importantes de esta insurgencia como la participación de la sociedad y la bilateralidad, es probable que no haya entendimiento y la mesa no tenga futuro, tirando por la borda estos dos últimos años de conversaciones, con avances importantes como un primer cese al fuego bilateral y las audiencias preparatorias de participación de la sociedad, ambos logrados el años pasado. El futuro de la solución política al conflicto armado está en suspenso.

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