20 ene. CI.- Mientras el precio del petróleo se desploma, los ciudadanos enfrentan un nuevo aumento en la tarifa del transporte en Bogota. Tal como lo anunció la secretaria de Movilidad, el incremento será de 200 pesos en todo el Sistema Masivo de Transporte de Bogotá. La medida iniciará el próximo tres de febrero y ya genera molestia en la ciudadanía bogotana.

La Secretaria de Movilidad de Bogotá, anunció la nueva tarifa de transporte público para la capital. Desde el tres de febrero el Sistema Integrado de Transporte Público –SITP- que se encarga de los servicios zonales tendrá un costo de 1700 pesos y el de Transmilenio 2.000 pesos. Los transbordos quedarán en 300 pesos.

Existe desde hace varios años quejas por el servicio publico en Transmilenio y en los buses del SITP. El 90% de las ganancias que genera el Sistema Masivo en la ciudad, va a parar a las manos de privados. El modelo fue implementado por Enrique Peñalosa en su primera administración.

Largas filas, robos, demora en la llegada de los buses, abusos contra las mujeres, hacinamiento y congestiones (hasta seis y siete personas por metro cuadrado), son algunos de los reclamos cotidianos de la ciudadanía contra el servicio que brinda Transmilenio. En el caso del Sistema Integrado de Transporte Público –SITP-, persisten las quejas por la prolongada espera y la falta de pedagogía para que la ciudadanía conozca las rutas. A esto se suma que algunas de las rutas más usadas se encuentran en manos de los buses y busetas tradicionales.

Un negocio redondo

Se calcula que diariamente son recaudados entre 7000 y 8000 millones de pesos por Transmilenio y SITP. De las ganancias de Transmilenio, el 90% queda en manos de los dueños de los buses, el 5% va  a parar a manos de las empresas recaudadoras y el distrito de Bogotá solo recibe el 5% restante.

Con el 5% que recibe el distrito por Transmilenio, debe garantizar el mantenimiento de la malla vial, la infraestructura, la seguridad en el sistema y la opración de las estaciones de Transmilenio. Los privados solo asumen el mantenimiento de los buses y algunos gastos de funcionamiento. Con el aumento de 200 pesos que tendrá Transmilenio, quedando el trayecto en 2000 pesos, 1900 pesos irán a manos de los privados, 50 pesos a la empresa recaudadora, también de privados, y 50 pesos para la ciudad.

En el SITP las cosas no son mejor. Por ser un sistema en inicios, ha generado pérdidas que debe asumir el distrito, mientras las ganancias en similares proporciones llegan a bolsillos de privados.

Aunque en la administración de Gustavo Petro hubo una disminución de 50 pesos en el pasaje, medida que que beneficio a la ciudadanía, la disminución fue subsidiada por la ciudad y nunca por los privados.

Enrique Peñalosa aseguró desde su campaña que mejorará Transmilenio y optimizara el servicio del SITP. Las únicas nuevas medidas de su administración, que inició el pasado primero de enero, han sido este aumento en el pasaje y la postergación de los tiempos para el inicio de las obras de Transmilenio por la Boyacá.

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