27 mar. CI.- En el Encuentro Nacional de Estudiantes de Educación Superior -Eness- realizado los días 17, 18 y 19 de marzo en la Universidad Nacional, sede Bogotá, alrededor de 1.500 estudiantes de ese nivel educativo se reunieron para debatir acerca de la profunda crisis que enfrenta la educación en Colombia y construir un movimiento democrático y autónomo capaz de exponer y sustentar ante el Gobierno una nueva propuesta de transformación de este sistema en el país.

Durante la primera jornada del evento importantes académicos estuvieron contextualizando acerca de los temas que ahí los reunían: Financiación, Autonomía y Democracia, Bienestar, Calidad, Instituciones de Educación Superior -IES- y Sociedad. Luego se profundizaron cada uno de estos en respectivas mesas de trabajo.

“Me parece que es importante dar unos puntos sobre tareas de construcción de este movimiento social por la defensa de la educación pública para potenciar las tareas de hoy y de cara a los años venideros”, comentó Frank Molano, Docente Titular de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, quien a su vez criticó que para los actuales candidatos presidenciales “educación de calidad” signifique un proyecto articulado a las necesidades de crecimiento económico jalonado por las demandas y exigencias del mercado.

Por su parte, el Historiador y Profesor titular de la Universidad Pedagógica Nacional de Bogotá, Renán Vega, analizó la creación de un nuevo batallón de alta seguridad con 9.000 soldados del ejército colombiano en la ciudad de Tumaco.

“¿Cuánto cuesta mantener un dispositivo militar de esta naturaleza? Con ese gasto en ‘tiempos de paz’, ¿cuántas universidades públicas se podrían financiar? ¿Cuántos estudiantes del mismo Pacífico Colombiano podrían ingresar a la universidad? Pero resulta que, ni siquiera en esta coyuntura, la universidad es prioridad para el Gobierno Nacional”, reflexionó.

María Eugenia Calderón , docente de la Universidad Distrital, se refirió al hecho de que desde la Ley 30 de 1992 el Gobierno universitario queda prácticamente fijado en su composición.

“Posiblemente -dijo- esa Ley vaya mucho más allá el espíritu mismo de la Constitución cuando el Gobierno universitario queda conformado por una alta participación de poderes externos. Al pasar esto las decisiones que se toman en los cuerpos colegiados, están influenciados por esas interferencias que la Constitución nos decía que nos quería blindar”.

En la declaración final del encuentro los estudiantes afirmaron respaldar los procesos constituyentes de reformas democráticas al interior de las Instituciones de Educación Superior, como los que se adelantan en la Universidad Distrital y la Universidad de Nariño.

“Llamamos a la lucha por la democracia y la autonomía universitaria. En los próximos días se elegirán en 23 universidades rectores y autoridades académicas, exigimos del Gobierno garantías democráticas vinculantes para que la comunidad educativa pueda por fin definir sobre su destino”, reza la declaración.

El Economista de la Universidad Nacional e investigador pedagógico Julián de Zubiría resaltó tres ejemplos específicos de desigualdad educativa que se viven en el país:

“El pensamiento crítico no está garantizado. El programa Ser Pilo Paga atiende a dos de cada 100 egresados pero se lleva 1 billón de pesos cada año de transferencias del Estado a las Universidades. A una universidad como Los Andes el programa le paga 26.300.000 pesos por un joven que esté estudiando Medicina. A otro que estudie la misma carrera pero que vaya, por ejemplo, a la Universidad del Magdalena el Estado Colombiano le gira 1.000.000 de pesos. Y el otro problema –no menor– es la integralidad; no es una educación que trabaje por las distintas dimensiones del ser humano, es una educación que cree que el problema es que el joven conozca y no conozca”.

El movimiento estudiantil exigió al Gobierno plena financiación a la Educación Superior; el reconocimiento y pago de la deuda histórica cuyo monto asciende cerca de los 16 billones de pesos; así como el desmonte del programa Ser Pilo Paga para garantizar la permanencia, graduación y no endeudamiento de las y los estudiantes que han accedido a este programa.

“Proponemos un modelo de financiación basado en los principios de la universalidad y gratuidad de la educación superior”, declararon los participantes en el Eness.

El Politólogo y Magíster en Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Colombia, Andrés Felipe Mora, explicó que en el tema del Sistema de Educación Terciaria para el año 2034 el 65% de las personas que accedan a la Educación Superior lo tendrán que hacer a carreras técnicas o tecnológicas y sólo el 35% a la educación universitaria. Esto elitizará aún más el nivel educativo.

“Esta es una idea que naturaliza las desigualdades y las legitima en tanto se da al individuo la responsabilidad de su fracaso”, sentenció Mora.

Sobre este problema, la declaración final recalca que “estas iniciativas legislativas profundizan las lógicas de mercantilización y privatización de la educación superior mediante el fortalecimiento del subsidio a la demanda y, con ello, el endeudamiento de miles de jóvenes y familias en el país, al tiempo que desvía recursos públicos hacia el sector privado agudizando la crisis presupuestal de las IES públicas”.

Sergio de Zubiría, Filósofo y Magíster en Gestión de Políticas Culturales y Desarrollo de la Universidad de Girona, fue el encargado de cerrar las intervenciones de los ponentes. Planteó que se deben dedicar esfuerzos investigativos a comprender y diagnosticar la situación actual de la juventud en Latinoamérica. Se refirió a la importancia que tiene la Universidad a la hora de ennoblecer el espíritu y entregarse al servicio de la humanidad, según planteó Karl Marx.

Agenda de Movilización

El domingo 18 de marzo se organizaron 4 mesas de trabajo sobre Movilización y Organización.

“El proceso de movilización se orientará hacia la acumulación de la fuerza estudiantil y la consolidación de un espacio amplio y democrático de articulación y coordinación nacional. El momento exige el fortalecimiento de la dinámica de movilización y la preparación de las condiciones para llamar a la realización de un paro nacional de la educación superior que confronte la crisis actual de la misma. Convocamos al estudiantado a la Jornada Nacional de Protesta los próximos días 24 y 25 de abril con un cese de actividades académicas en todo el país por la defensa del derecho a la educación, como también a sumarse a la agenda de movilización emanada de este encuentro”, declararon.

También convocaron a la realización del II Encuentro Nacional de Estudiantes de Educación Superior para el segundo semestre del presente año (los días 14, 15 y 16 de septiembre) con el objetivo de darle continuidad al proceso de unidad estudiantil.

Trabajos Regionales

Una de las tareas que quedó para el Movimiento Estudiantil fue fortalecer las asambleas locales y regionales para socializar las conclusiones del Eness y la creación de espacios de formación para poder avanzar en los objetivos programáticos del movimiento.

Como parte de estas actvidades, en la Universidad Francisco de Paula Santander el Presidente Nacional de la Asociación Sindical de Profesores Universitarios –ASPU-, Pedro Hernández, incitó a los estudiantes a hacer de este nuevo movimiento estudiantil un espacio de unidad en la acción.

“Debemos fortalecer la educación pública, aumentar la cobertura de la universidad y así garantizar el derecho a la Educación. Buscar democratización en las universidades, hacer pedagogía de la tolerancia y la democracia al interior del movimiento estudiantil y de la universidad. El movimiento estudiantil no tiene que pensar en la MANE [Mesa Amplia Nacional Estudiantil], tiene que superar la MANE y los errores que cometimos en la MANE no se pueden reproducir”, afirmó.

CI JO, AR y AR/28/03/18/12:00