15 ene. CI.- Facundo Jones Huala es un líder del pueblo Mapuche condenado a 9 años de cárcel por el Tribunal del Juicio Oral Penal de Valdivia en Chile. Fue extraditado el 11 de septiembre desde Argentina, a pesar de la recomendación de Naciones Unidas de no hacerlo.

Por Elena Rusca*. Facundo Jones Huala se encontraba en la casa de la Machi Millaray Huichalaf, a donde fue para realizar un tratamiento espiritual específico que Facundo no podía encontrar en Argentina, porque la mayoría de las machis (mujeres sanadoras en las comunidades mapuches) fueron asesinadas con la campaña del desierto a manos del gobierno argentino.

La Machi Millaray vive en Pilmaiquén, zona de conflicto a causa del proyecto de construcción de una central hidroeléctrica la cual dañaría el Río Pilmaiquén. Ella ya estaba perseguida en este momento a causa de dicho conflicto. Cuando los Carabineros allanan a su casa, el 30 de enero de 2013, buscando conexiones con un incendio del sector Pisso Pisse producido el 9 de enero de 2013, Facundo Jones Huala se encontraba en la casa de la Machi.

Facundo Jones Huala fue detenido en Argentina por primera vez el 27 de mayo 2016 y liberado el 1 de septiembre del mismo año, cuando el proceso de extradición fue declarado nulo.

El 27 de junio 2017, mientras estaba pendiente la apelación de tal juicio, y aún luego que se decretara bajar la orden de captura internacional que pesaba en contra de Huala por la nulidad del primer juicio, fue nuevamente detenido.

El 11 de septiembre de 2018, el mismo día que el Presidente Mauricio Macri se reunión con la entonces Presidenta Michelle Bachelet, después que el Estado Argentino había recibido la recomendación de Naciones Unidas, a través de una medida cautelar, de suspender la extradición mientras se revisaran los antecedentes, Huala fue extraditado a Chile.

Aunque fue condenado a por el Tribunal del Juicio Oral Penal de Valdivia en Chile, Argentina lo pidió extradición para un proceso pendiente contra Facundo Jones Huala.

“Una manera de mostrar el poder que los Estados tienen frente a su pueblo”. Denuncia Karina Riquelme, su abogada, “así utilizan su institución para perpetuar su economía neoliberal”.

¿Por qué tanta persecución contra Facundo Jones Huala?

Facundo Jones Huala no es solamente el Lonko de su comunidad. Defiende los derechos de los pueblos, de los mapuches y de todos los ciudadanos que están reprimidos por las empresas multinacionales. La más poderosa, Benetton.

El Grupo Benetton, a través de la Compañía de Tierras Sud Argentino S.A. (CTSA) posee 844.200 hectáreas de tierra en las provincias de Buenos Aires, Neuquén, Río Negro, Chubut y Santa Cruz.

En estas tierras hay aproximadamente 280.000 ovejas, que producen 1.300.000 kilos de lana por año, 16.000 vacas, 8.500 hectáreas plantadas con soja, 24.600 hectáreas de pino ponderosa, 4.600 hectáreas de pino murrayana y oregon, 1.100 hectáreas de forraje con riego por aspersión.

Pero, no es ese el verdadero tesoro del Grupo Benetton. En la tierra de su propiedad se encuentran minas de oro, petróleo, fosfato. No es casualidad que el Grupo Benetton sea dueño de una corporación megaminera denominada Minsud Resources Corp, con sede central en Toronto, Canadá. Esta posee 180.000 hectáreas de concesiones mineras en las provincias de San Juan, Río Negro, Chubut y Santa Cruz.

Facundo Jones Huala junto a su comunidad, el Pu Lof en Resistencia Depto Cushamen luchan desde hace años contra la poderosa multinacional. Actualmente, está en curso un juicio entre el pueblo Mapuche y la mencionada multinacional.

Se cree que cuando encontraron a Facundo Jones Huala en la casa de la Machi Millaray, esto debió alegrar a los dueños de las poderosas multinacionales. De esta forma, tendrían una excusa para buscar detener la lucha que el líder Mapuche adelantaba contra ellos.

La criminalización del pueblo Mapuche no es nueva. Varias personas coinciden en que esta sería una forma por medio de la cual buscan abrir procesos judiciales contra personas, organizaciones o pueblos que se enfrentar a poderosos grupos económicos. Esta técnica es utilizada para atacar gobiernos, fuerzas políticas y líderes quienes se oponen a la política y a la economía del sistema capitalista. No solo es algo que ocurre en Chile, casos de persecución de líderes y lideresas sociales en Colombia o recientemente en Brasil lo confirman, bien sea los asesinatos o la invención de procesos judiciales.

*Elena Rusca es periodista y fotógrafa. Corresponsal de Colombia Informa.

CI ER/FC/16/01/2019/06:00