27 abr. CI.- En los últimos años ha aumentado la preocupación acerca de cómo se confeccionan las prendas que venden masivamente transnacionales europeas como H&M, Zara, Bershka, entre otras; esto a raíz de denuncias acerca de explotación infantil y precarias condiciones laborales para los personales de sus establecimientos.

En las etiquetas de estas prendas -a veces- se puede leer donde fue confeccionada: Bangladés, Vietnam, Camboya, India, El Salvador, Nicaragua o China son los países más mencionados.

Varios reportajes de investigación se han acercado a dichas fábricas de confecciones y han evidenciado la explotación a la que someten a estas personas (en su mayoría mujeres y niños) que son la “mano de obra barata” que permite los relativamente bajos precios de estas marcas: asilados alrededor de 30 o 40 personas en espacios pequeños diseñados para 12 o 13; no hay salidas de seguridad; las ventanas y las puertas están cerradas para evitar la distracción y mantenerlas controladas; y -casi la peor desfachatez- por una pieza que puede costar en el mercado alrededor de 50 dólares, a ellas le pagan como promedio 11 centavos de dólar.

Además, cuando logran estar organizadas en sindicatos y expresar alguna inconformidad, asesinan a sus líderes y las reprenden físicamente dentro de las fábricas.

El caso más famoso sucedió en Bangladés donde colapsó hace cinco años un edificio en Rana Plaza, Savar, con alrededor de 1.127 mujeres muertas y 2.000 heridas como resultado. No pudieron salir a tiempo porque todas las puertas permanecían cerradas. Todavía hoy las familias siguen pidiendo sus indemnizaciones, sin respuesta alguna del Gobierno. La Marcha Mundial de Mujeres exige justicia todos los 24 de abril por este crimen.

Pero el daño que causan estas transnacionales de confección masivas no son solamente laborales, también ambientales ya que para que una prenda sea de costo tan bajo no solo se procede a reducir los gastos de la mano de obra, sino también los materiales que se usan. Estos últimos son altamente contaminantes puesto que al teñir las telas, los residuos va a dar a ríos o también utilizan algodón transgénico el cual se fumiga con elementos tóxicos provocando daños en la tierra como poca fertilidad, además de generar cáncer, malformaciones o alergias en las comunidades cercanas o de quienes los riegan.

¿Quiénes se ven afectados por esta problemática social y ambiental? Los sectores más pobres de los países más pobres. En las naciones manufactureras la producción interna de textiles también se ve afectada ya que esta fast fashion derrumba la competencia nacional gracias a sus bajos costos.

Así que, ¿sabemos realmente el precio de las prendas que algunos o algunas tenemos en nuestros armarios? Las transnacionales de la moda crean en la clase media y baja una ilusión de riqueza al poder adquirir prendas “muy baratas”. Pero todas son producto de un capitalismo salvaje y salido de control que afecta a las y los mismos que las compramos.

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