24 nov, CI.- Rechazamos la estigmatización y criminalización que realizó el exsenador de Colombia, Álvaro Uribe Vélez, el día de ayer contra fotógrafos y fotógrafas independientes, así como contra toda la prensa popular en general. Uribe asegura que hacemos parte de “milicias entrenadas” por la insurgencia.

Este 23 de noviembre, el periodista Herbin Hoyos publicó un video en redes en el que afirma que algunos hechos de acción directa presentados durante las últimas movilizaciones en Bogotá y Medellín hacen parte de planes ejecutados por “milicias” entrenadas por organizaciones guerrilleras. Asimismo, afirmó que los fotógrafos y fotógrafas independientes, los medios alternativos y la prensa popular hacen parte de dichos grupos. “Hay unos que tienen incluso hasta chalecos de prensa y otros que a veces usan chalecos de derechos humanos”, dijo.

Acto seguido, el exsenador de Colombia, Álvaro Uribe Vélez, replicó en su cuenta de Twitter este video. Con lo cual legitimó estas acusaciones y reprodujo ante sus seguidores ese discurso de odio infundado y vulneración de nuestros derechos.

El hecho configura un grave escenario de garantía de Derechos Humanos para quienes ejercemos la labor de comunicar en campo. Nuestra línea editorial está en contra de los intereses avasalladores y a favor de las luchas y planes de vida que llevan a cabo las comunidades que viven el conflicto social, político y armado en los territorios. Nuestra labor es denunciar la represión que se está viviendo en Colombia y los graves señalamientos que se realizan a todo aquel que exponga la crisis humanitaria que se vive en el país.

Como medio de Comunicación Popular, entendemos este acto de Hoyos y de Uribe como una amenaza en nuestra contra. Además, nos expone a cualquier vulneración que pueda desarrollarse cuando cubrimos cualquier movilización. Referirse a los y las periodistas en estos términos, en un contexto tan violento como el colombiano, criminaliza nuestro ejercicio y nos convierte en un objetivo militar real.

Que comunicar no nos cueste la vida ni la libertad.

CI