19 feb, CI.- Amoim Aruká era el último hombre sobreviviente del pueblo indígena Juma, nativos de la Amazonía brasileña. Desde el 2 de febrero fue internado en un hospital de Porto Velho, capital de Rondonia (Norte), por complicaciones de la Covid-19. Este miércoles 17 de febrero perdió la batalla y falleció a los 86 años.

Este octogenario guerrero del pueblo Juma residía en una de las zonas amparadas por las barreras sanitarias de protección para las comunidades indígenas en medio de la pandemia. A pesar de esto, el virus lo atacó.

Las y los Jumas pertenecen a un conjunto de pueblos nativos de Brasil denominados Kagwahiva, los cuales son hablantes de la familia lingüística Tupí-Guaraní. Se les reconocían como un pueblo guerrero que preferían vivir aislados evitando el contacto extranjero y defendiendo sus territorios de cualquier invasión.

Debido a esto, fueron objeto de numerosos intentos de exterminio por parte de migrantes que llegaron al Amazonas en búsqueda de oro y en plena fiebre del caucho en los siglos XIX y XX. El pueblo Juma intentó salvaguardar su territorio de la extracción intensiva del caucho que amenazaba su privacidad, sus vidas y costumbres.

En 1964 un comerciante recaudó dinero para una expedición de extracción de sorva y castaña en el territorio Juma. Asesinaron a más de 60 indígenas, según relató años más tarde un integrante de ese grupo.

Sonia Guajajara, coordinadora de la Articulación de Pueblos Indígenas de Brasil, expresó en Twitter su desconsuelo por la muerte del último integrante masculino del pueblo Juma, el cual consolida el genocidio de este pueblo autóctono del Amazonas por culpa de la injerencia occidental y sus pretensiones extractivistas y capitalistas.

En el siglo XVIII se estimaba una población Juma de más de 12.000 indígenas, pero la expansión minera por el oro provocó un desplazamiento masivo y un conflicto con los no-nativos que pretendían ejercer control en la zona y utilizar a las tribus como mano de obra.

CI JJ/PC/19/02/2021/16:00