11 feb. CI- La plaza de la Santamaría volvió a ser escenario de las corridas de toros en la ciudad de Bogotá, pese a los proyectos legislativos que buscaron evitar este tipo de barbarie. Manifestantes mostraron su inconformismo ante la decisión de la Corte Constitucional de permitir el regreso del terror en la Santamaría.

En el 2017, las corridas de toros habían sido suspendidas por orden de la Corte Constitucional, la cual le exigió al congreso dos años para regular los espectáculos con animales. Una vez renovada la Corte, anuló el fallo que establecía que si en esos dos años no se legislaba sobre el entretenimiento con animales, se pasaba a entender que las corridas, las corralejas, las novilladas, las becerradas y las riñas de gallos, quedaban prohibidas  en todo el territorio nacional por considerarse maltrato animal.

En agosto del año pasado, la Corte Constitucional tomó la decisión de despenalizar las corridas de toros en Bogotá, permitiendo su práctica en las zonas donde existe un arraigo cultural. El alto tribunal justificó este regreso como una continuación de expresiones culturales, respeto a la tradición y al entretenimiento con animales.  

El tribunal le exigió al distrito cumplir con la sentencia de la Corte Constitucional que le ordenaba disponer con lo necesario para que la “fiesta” taurina regresara a la Santamaría. Sentenció que, aunque la administración es propietaria del escenario, la Plaza fue construida para celebrar las corridas de toros que están atravesadas por una “tradición” imposibles de desconocer.

Sin embargo, en el momento en el que se dio a conocer este fallo, el Concejo de Bogotá le expresó a la administración distrital la necesidad de no dar en arrendamiento la Plaza Cultural de la Santamaría para la temporada taurina del 2019.  Según Emel Rojas, concejal del Movimiento Colombia Justa Libres, es el Distrito el facultado para arrendar o no la Plaza Santamaría. En una petición dirigida a Enrique Peñalosa, señaló que las facultades sobre el arrendamiento de la Plaza están en cabeza del alcalde mayor de Bogotá.

El alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, quien presuntamente rechaza los espectáculos en la Plaza Cultural la Santamaría fue el que firmó el Decreto 1091 en el año 2000, mediante el cual le otorgó a la Corporación Taurina de Bogotá, gerenciada por Felipe Negret, una condecoración de “Gran Oficial” por mantener viva la afición a los festejos taurinos en la ciudad de Bogotá.

CI MR/SL/11/02/2019/08:35