Más de 200 personas convocadas por la plataforma «Stop the killings» (Paren los asesinatos) se dieron cita este lunes 10 de diciembre en conmemoración del Día Universal de los Derechos Humanos para marchar por el centro de la ciudad en solidaridad con los movimientos sociales de Filipinas, Guatemala y Colombia. Con una temperatura de 2 grados bajo cero, la marcha arrancó a las 6:45 de la tarde desde la Estación Central de Bruselas para congregarse en un acto político de denuncia y solidaridad en la Plaza de la Moneda, histórico lugar en pleno corazón de la capital europea.

Es un hito que en esta fría época pre-navideña, al final del día, se movilice tanta gente para un acto de solidaridad con pueblos lejanos. Además del hecho de estar convocada para tres países de diferentes continentes, hay que resaltar que esta marcha es el resultado de la dinámica permanente y amplia de los sindicatos socialista y cristiano a la que se suman diferentes organizaciones no gubernamentales que trabajan proyectos de cooperación en estos países y con el acompañamiento de diferentes colectivos de solidaridad. Por Colombia estuvo presente el Colectivo Saya así como Arlac por América Latina e Intal, movimiento belga de solidaridad internacional, que tiene un capítulo colombiano muy activo.

Esta es una actividad de solidaridad anual que ha sido constante desde el año 2005. En su sitio web (http://www.stopthekillings.be) se enuncia: «Stop the killings es una campaña por los derechos humanos impulsada por sindicatos, organismos de solidaridad y organizaciones no gubernamentales. Solicitamos que se le preste atención a la represión que sufren los actores sociales en los países del sur, especialmente en Filipinas, Colombia y Guatemala».

«Sindicalistas, no delincuentes; periodistas, no delincuentes; artistas, no delincuentes; paren los crímenes, justicia ya…» eran algunas de las frases coreadas por el cortejo en un ambiente alegre y militante encabezado por una representación teatral en la que tres manifestantes caracterizados como militares armados conducían a otras tres personas vestidas de blanco y amarradas. Cerraba el cortejo un gran letrero de la campaña en el que se simbolizan las detenciones y los asesinatos. El grueso de la marcha estuvo nutrida de pancartas individuales denunciando casos concretos de violaciones a los derechos humanos a manos de fuerzas gubernamentales y de extrema derecha. También hubo letreros simbolizando la unidad obrero-campesina, denunciando el Tratado de Libre Comercio (TLC) y, el más imponente, en tela azul y letras y figuras en negro, exige la libertad para los presos políticos en Colombia. En el acto político se dieron a conocer casos de represión contra Fensuagro, la Unión Sindical Obrera, el campesinado, las comunidades de paz y los organismos defensores de derechos humanos de los tres países.

El sitio web de esta Campaña cuestiona: «¿Luchar por justicia social es un crimen? Aparentemente en Colombia, Guatemala y Filipinas, sí». Y argumenta: «Defender la justicia social implica graves riesgos. El asesinato es una de las prácticas cotidianas de represión, pero existen muchas otras formas de violencia: desapariciones, detenciones arbitrarias, amenazas. Cada vez mas sindicalistas y activistas sociales en Colombia, en Guatemala y en Filipinas están presos con base en acusaciones falsas. Otros son asesinados o desaparecidos en represalia por su compromiso social o político». Es por esos motivos que Stop the Killings llama a la movilización social cada 10 de diciembre.