Las organizaciones sociales de la región Centro Oriente de Colombia se darán cita los próximos 21 y 22 de marzo en la ciudad de Yopal, Casanare, a fin de instalar oficialmente las sesiones permanentes del capítulo regional del Congreso de los Pueblos.

Este nuevo espacio de discusión y construcción política se produce como resultado del más reciente seminario político-ideológico del Congreso de los Pueblos que definió la creación de capítulos regionales a fin de acercar a cada una de las regiones del país las propuestas y los debates que se han venido trabajando en el ámbito nacional. Así mismo, se busca una mayor apropiación de propuestas concretas de ordenamiento territorial, economía campesina y manejo de recursos naturales, las cuales constituyen algunas de las principales banderas de lucha del Congreso de los Pueblos.

Para el movimiento Político de Masas Social y Popular del Centro Oriente de Colombia, organización que participará en el evento, aquél es un espacio importante de discusión y organización alrededor de la defensa y la permanencia del territorio ya que permite abordar las principales problemáticas que se presentan en la región, tales como los impactos ambientales y sociales generados por la explotación petrolera y la minería, pero además analizar las mismas desde la perspectiva de las personas que habitan el territorio.

Así mismo, se podrá darle desarrollo a los mandatos que ha generado el Congreso de los Pueblos, relacionados con soberanía, paz y territorio; en tal sentido, se ha acogido la propuesta de territorios agroalimentarios emanada del Coordinador Nacional Agrario -CNA- que permitiría contrarrestar la actual política agraria implementada por el gobierno, la cual posibilita la extranjerización de la tierra y la acumulación en manos de unos pocos.

Recordemos que la región Centro Oriente está conformada por comunidades de los departamentos de Arauca, Casanare, Boyacá, Cundinamarca, Meta y los Santanderes, por lo cual se abordarán algunos temas de actualidad en tales territorios, como la sequía en las sabanas de la Orinoquía, la minería en el sistema de páramos ubicados en la cordillera oriental, la crisis social generada por Pacific Rubiales y la extinción de ecosistemas estratégicos y pueblos indígenas a causa de la extracción de hidrocarburos y minerales.

De esta actividad se espera como resultado el fortalecimiento de las comunidades en sus territorios y una articulación entre estas al rededor de una propuesta de construcción autónoma y soberana de ordenamiento de los mismos como mecanismo de defensa ante la invasión de empresas transnacionales.