2 dic. CI.- Honduras es un país de Golpes de Estado, asesinatos y pobreza extrema. Tiene como política el miedo y el silencio pero también es un territorio de resistencias milenarias.

Por Salvador Zúñiga Cáceres*. La dictadura se impone descaradamente sobre la voluntad popular pero es ahora que nos toca retomar con fuerza el sueño de esa refundación, al cual las botas militares quisieron pisotear y enterrar. En los pueblos está hacer resurgir esos ideales con más fuerza que nunca.

Este 26 de noviembre se han realizado las Elecciones Presidenciales en las que Juan Orlando Hernández, de manera ilegítima, ha modificado las leyes a su conveniencia para ser reelecto. Con una campaña financiada con los fondos públicos, representando los intereses de las oligarquías nacionales y transnacionales que han mantenido este país en la miseria por décadas, teniendo como emblema de campaña la venta del territorio nacional, la militarización y la desesperanza.

Y todo esto ocurre con la complicidad de sus instituciones y de los imperios económicos y militares que siempre han controlado Honduras. Se ha impuesto el fraude descarado, que significa la instauración clara de una dictadura. Es la continuación del Golpe de Estado ejecutado el 28 de Junio del 2009.

En Honduras la democracia no existe. La lucha aislada dentro de las instituciones sirve para perpetuar las injusticias. No hay esperanza mientras las cosas sigan así. La resistencia tiene que ser acompañada por la lucha desde las bases. Por eso  ahora nos autoconvocamos a las calles, a gritar con fuerza, a hacer que caiga este sistema de muerte. E invocamos el ejemplo del cacique lenca Lempira, de Francisco Morazán, de Tomas García, de Berta Cáceres; de tantos y tantas que deberán ser estrellas para que nuestros sueños no se rompan.

Honduras es un pueblo digno, ejemplo de resistencia. Su lucha es la de América Latina y el mundo. Ya no será más un país que funciona como laboratorio de los poderes imperialistas. También convocamos a los pueblos del mundo a acompañarnos en esta senda que será larga y podrá ser dura pero será victoriosa.

CI  SZ/PC/02/12/2017/12:00

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*Salvador Zuñiga Cáceres es integrante del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras -COPINH- y colaborador de Colombia Informa.