El joven de 19 años Siberston Guillermo Pavi Ramos fue asesinado el viernes 10 de abril por un disparo de arma de fuego en el marco de la represión del Escuadrón Móvil Anti Disturbios -Esmad- al «movimiento de liberación de la madre tierra» en el norte del Cauca; Fernando Salazar Calvo era integrante del movimiento indígena de Caldas, y fue asesinado el pasado miércoles 8 por dos sicarios después de recibir amenazas. El trabajador e integrante de la Unión Sindical Obrera -USO- Felix Alberto Thomas Rueda fue detenido hoy sábado 11 de abril en horas de la mañana por su actividad sindical en Barrancabermeja. Los discursos oficiales de paz van por una senda mientras en las comunidades continúa vigente la violencia estatal, empresarial y paraestatal contra el movimiento social. La posición de la Cumbre Agraria y las advertencias de la insurgencia.

Indígenas del Norte de Cauca: «La Fuerza Militar nos dice guerrilleros, terroristas e invasores»

Desde la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte de Cauca -ACIN- denunciaron que el asesinato del joven Pavi Ramos se produjo por impacto de bala «que se disparó desde el lugar en que se encontraba la Fuerza Pública, según informó el Consejero Mayo de esa entidad, Héctor Fabio Dicué Rengifo, al ser  consultado por Colombia Informa.

La entidad denunció que además de este crimen, hasta el momento son 45 heridos de los cuales 23 han sido de carácter grave. «La policía y el ejército están entrando de civil; lo que se logró notar es que sale una tanqueta, dispara cantidad de gases, ellos tienen una trinchera dentro de la finca La Emperatriz de dentro de la trinchera disparan», señaló la ACIN en un comunicado dado a conocer después del asesinato del joven que provenía del resguardo de López Adentro y se encontraba participando de acciones de recuperación de tierra en la hacienda La Emperatriz, en cumplimiento de los mandatos surgidos de las comunidades indígenas. En días pasados el Esmad había ocupado las instalaciones del Centro Cultural Caucaquira ubicado en el mismo municipio lo que provocó el rechazo de habitantes del sector.

«A los comuneros que estamos dentro del proceso de la Liberación de la Madre Tierra, la Fuerza Militar nos dice que guerrilleros, terroristas e invasores», explican los indígenas de la región.

En Caldas, asesinado dirigente minero e indígena

Fernando Salazar Calvo tenía 52 años, era presidente de la Asociación de Mineros de La Unión y líder a de la Asociación de Mineros del Resguardo Indígena de Cañamomo Lomaprieta y Riosucio -Asomicar-. Había sido amenazado por su activismo social y el miércoles 8, en horas de la noche, dos sicarios dispararon sobre él causando su muerte.
Las autoridades del resguardo indígena de Cañamomo Lomaprieta exigieron al presidente de la República Juan Manuel Santos que «ordene una investigación contundente, veraz y oportuna para dar con el paradero de los actores materiales e intelectuales de este hecho violento, que se suma a la larga lista de muerte de líderes indígenas y defensores de los derechos colectivos de nuestra comunidad».

Las comunidades indígenas, cabildantes y líderes sociales de Caldas denunciaron la indiferencia de las autoridades ante las amenazas que preceden a estos crímenes. «Hemos denunciado ante fiscalía y demás entes, las amenazas de las que hemos sido víctimas y han sido desestimados y desestimados por los órganos de control del Estado», afirman.

Petroleros «contra la masacre laboral»

La Unión Sindical Obrera -USO-, que agremia a los trabajadores de la industria del petróleo de todo el país, denunciaron que hoy sábado 11 de abril «acaba de ser detenido nuestro compañero Félix Alberto Thomas Rueda, quien se encontraba protestando en defensa de los derechos laborales y las libertades de cientos de trabajadores de esta empresa y contra la masacre laboral». Thomas Rueda es un trabajador de la empresa Weatherford en Barrancabermeja. Dicha compañía es una de las petroleras más grandes del mundo; fundada en 1940, ha establecido operaciones en más de 100 países y según su propia información cuenta con más de 54.000 empleados en el mundo. En Colombia se caracteriza por violar los derechos laborales en connivencia con las autoridades del Estado, como sucede con esta nueva denuncia de la USO.

* * *

Desde La Habana, las FARC ya habían alertado en enero pasado sobre el riesgo que estos hechos acarrean para el proceso de paz. Con motivo del asesinato del dirigente social Carlos Pedraza, esta insurgencia había dado una clara muestra de solidaridad y un fuerte alerta sobre la posibilidad de que ese tipos de hechos, como los que ahora se repiten, pongan en riesgo el cese al fuego. “Se nos está agotando la paciencia”, dijo en aquel entonces el líder guerrillero Pastor Alape.

Cumbre Agraria: «Vendrán momentos difíciles para el movimiento social»

El contexto represivo que evidencian estos hechos se superpone con las masivas movilizaciones en respaldo a los procesos de paz que le gobierno lleva a cabo con las Fuerzas a Armadas Revolucionarias de Colombia -FARC- en La Habana, y con el Ejército de Liberación Nacional -ELN- en su etapa preparatoria. La agenda del movimiento social en dichas movilizaciones fue más allá y expresó con claridad el pedido de «paz con justicia social».

Marylén Serna, referente del Congreso de los Pueblos de Colombia y vocera de la Cumbre Agraria, Campesina, Étnica y Popular que agrupa a la mayoría del movimiento social, alerta sobre una «arremetida contra los movimientos sociales, indígenas y obreros».

«Las negociaciones con las insurgencias no dan solución total a la problemástica que atraviesa el país. Posiblemente haya un acuerdo con la insurgencia de las FARC, y una posibilidad de acuerdo con el ELN; el movimiento social va a recobrar protagonismo porque la paz es una construcción colectiva que deberemos tomar en nuestras manos», afirmó Serna.

La Cumbre Agraria, al igual que el movimiento indígena y otros sectores sociales y sindicales, mantienen instancias de diálogo con el gobierno. «Las instancias de negociación no están impidiendo esta represión y violación de derechos humanos. Quienes venimos trabajando por una paz duradera somos los movimientos sociales, y desde el Estado no hay una voluntad verdadera, por eso se sigue esta vía contra el movimiento social», concluyó la referente social.