24 oct. CI.- Los días 19 y 20 de octubre se llevó a cabo, en el municipio de Sonsón, el noveno Festival del Agua convocado por el Movimiento Social por la Defensa de la vida, el agua y el Territorio -Movete- cuyo objetivo fue permitir encuentros para distintas comunidades del oriente antioqueño que contribuyan al reconocimiento como actores que resisten a los proyectos mineroenergéticos y extractivos. 

El Festival del Agua tuvo lugar en Sonsón,  un municipio ubicado en el suroriente antioqueño a unas tres horas y media de Medellín que se destaca por su topografía montañosa en la que se encuentran todos los pisos térmicos, desde pequeños cerros hasta un páramo.

El páramo fue protagonista del Festival, teniendo en cuenta en él nacen los cuerpos de agua que surten al sur del departamento. Así mismo, en el evento se retomó el debate sobre la problemática de las microcentrales hidroeléctricas puesto que estos proyectos han afectado las relaciones económicas, sociales y las condiciones de vida de quienes habitan los territorios del oriente. «Están acabando nuestro ecosistema, ¿dónde vamos a vivir, qué vamos a comer, dónde está el agua que vamos a beber?», aseguró Alirio Quintero, campesino de la vereda Jerusalén en Sonsón.

Conflictos ambientales

Actualmente en el oriente antioqueño hay 54 licencias para construir microcentrales y el Estado ha otorgado varias concesiones mineras en la región sin contar con la voz ni poder de decisión de las comunidades. El segundo día del Festival, el senador Alberto Castilla y el representante a la Cámara Víctor Correa convocaron a una audiencia en la que las comunidades de distintos lugares de la región pudieron exponer sus problemáticas.

«Surge una preocupación porque vemos a nuestra región como algo inundado y que va a generar economía para pocos; lo que las comunidades reclaman son condiciones dignas para permanecer en los territorios», afirmó Omar Andrés Osorio, habitante del oriente y miembro del colectivo Tulpa Comunitaria.

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