5 dic CI.- Yuliana Andrea Samboní Muñoz tenía siete años, y luego de ser presuntamente secuestrada por el arquitecto Rafael Uribe Noguera, fue encontrada asesinada y con signos de abuso sexual, este 4 de diciembre en Bogotá. Según su padre, Juvencio Samboní, el arquitecto Uribe llamó a Yuliana y en contra de su voluntad la subió a un vehículo para llevársela.
Luego de la denuncia realizada por la familia de Yuliana, la Policía llegó a la casa de Rafael Uribe Noguera pero el arquitecto se encontraba en la Clínica Vascular Navarra, debido a una supuesta sobredosis de sustancias psicoactivas, como resultado de una urgencia.
Sandra Solano, integrante de la organización social ‘Confluencia de Mujeres’, manifestó que «a pesar de que en el país se habla de paz, hoy nos siguen matando por el hecho de ser mujeres; el caso de Yuliana nos impresiona y alerta para seguir movilizándonos y reclamar al Estado colombiano garantías de justicia para las mujeres, y no a los agresores como el arquitecto Rafael Uribe».
Ni justicia para las de ruana
Ni impunidad para el estrato 6
Que Rafael Uribe Noguera responda por asesinato de Yuliana Andrea Samboni— Casa de la Mujer (@casa_la) December 5, 2016
El general de la Policía, Hoover Penilla, declaró en la mañana de hoy que «esta es una situación compleja y lamentable. Sobre el supuesto responsable sabemos que es una persona de 38 años, de profesión arquitecto […] Se encuentra recluido en un centro asistencial por una crisis y aún no hay orden de captura en su contra, pero sí está bajo custodia y en proceso de judicialización, ello porque queremos tener toda la claridad y precisión para que no haya vicios de forma que pueda usar a su favor.
El Instituto Nacional de Medicina Legal determinará las causas de la muerte de Yuliana, mientras la Policía espera una orden judicial para capturar al presunto asesino de Yuliana.
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Fotografía tomada de BluRadio
CI JA/MP/05/12/16/12:15
QUE DIOS BENDIGA A LOS PAPAS Y AL HERMANO OJALA QUE SE SE AGA JUSTICIAS Y QUE LO METAN A LA CARSE Y LE DEN ASETA QUE SE MUERA EL SE SEÑOR