23 may. CI.- El lanzamiento oficial del diálogo regionales de mujeres por la paz dio inició en Barrancabermeja conocida como “bella hija del sol” , organizaciones de mujeres y sociales coordinan conjuntamente un dialogo con intención de pronunciarse y exigirle a las negociaciones del Estado colombiano y el Ejército de Liberación Nacional –ELN-, que avancen en vía a concluir con éxito y respeto por las víctimas del conflicto interno y armado en nuestros territorios, darle finalidad al conflicto para que empecemos a construir la paz de nuestro país.

El evento se llevó a cabo en las instalaciones de la biblioteca Alejandro Galvis Galvis, lugar que acogió a más de 600 mujeres y permitió el desarrollo de este pronunciamiento, las madres, hermanas, hijas, esposas y familiares, ofrecen respaldo a las negociaciones de paz con el único fin de obtener soluciones a los problemas sociales de fondo que originaron y continúan agudizando el conflicto armado; mujeres de Santander, Norte de Santander, Arauca, Bolívar, Antioquia, Cesar, Cundinamarca, Región Caribe, Cauca y Huila participan en mesas de trabajo en las que se discutieron temas como seguridad, derechos humanos, educación con enfoque de género para fortalecer los conocimientos y capacidades de las mujeres en busca de cambiar el modelo machista y patriarcal por uno feminista e incluyente. También se exige al Estado colombiano permitir y capacitar los espacios de mujeres en todos los niveles de formación posibles político, económico, cultural y manejo de las herramientas tecnológicas.

Las mujeres de todas las regiones exigen participación directa, respeto por sus derechos en el marco de la soberanía nacional y la voluntad de responder por lo acordado “nos oponemos a la explotación de los recursos naturales y al modelo extractivista neoliberal”, dice Sonia Nevado delegada y representante de las organizaciones mujeres

Otra de las condiciones que exigen las mujeres es despojar de los miedos a la sociedad para proponer construir un sentido propio por el territorio en donde las comunidades participen y hagan posible el desarrollo en su entorno, que favorezca a las comunidades, que se garanticen las condiciones de vida digna y respuesta a las víctimas.

Al final de la jornada se sentía la energía en el espacio de unidad y la frase que marcaba el encuentro de que las mujeres “juntas son poderosas”.

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