“Arroz con leche no queremos más, más muertes de mujeres en esta ciudad, ¿quién las mató?, ¿quién las violó? son crímenes de odio y nadie los vio; libertad sí, machismo no, no mas feminicidios ni explotación”. Esta fue una de las consignas usadas por las mujeres.

 

Un grupo de mujeres el pasado viernes 31 de agosto se tomó la plaza central del centro administrativo la Alpujarra, lugar donde se encuentran la gobernación de Antioquia y alcaldía de Medellín. Por medio de una acción artística denunciaron las graves cifras de muertes de mujeres que hay en la ciudad y el departamento en el primer semestre de 2012. “En comparación con otros años el porcentaje de feminicidios en este semestre de 2012 a rebasado más del 100%, son mujeres que las han matado por el echo de ser mujeres y que están callando esta situación.” Aseveró una de las participantes.

Una de las mujeres, quien pidió mantener reservada su identidad, concedió una entrevista a Colombia Informa.

Colombia Informa: ¿Cómo se nombra?

Mujer: Ha sido un problema existencial, porque he tenidos experiencias de vida en que ha sido obligación nombrarse de alguna manera y siempre me he resistido a ser nombrada de otra manera más que por mi nombre, pero cuando una se nombra solo con el nombre dentro de algún grupo de mujeres, se cree que una es laxa o que no toma partido. Dentro de todos los ismos, yo prefiero el Feminismo, porque soy mujer, porque siento que todas mis luchas han estado dirigidas a reivindicarme como mujer, y a valorar las otras mujeres, y a vencer con la misoginia, el odio hacia las mujeres por el echo de ser, que es lo que engendra el feminicidio; tenemos que eliminar o cualquier tipo de agresión bien sea de mujeres o de hombres.

CI: ¿Por qué los llaman feminicidios y no homicidios?

M: Es para llamar la atención que son muertes hacia las mujeres por el echo de ser mujeres, la palabra feminicidio es para enfocar la problemática, porque algunos dicen “igual son personas”, no, además que son personas son unas muertes por ser mujeres; que además esta muy relacionadas con las practicas guerreristas. Por ejemplo el trafico de armas, drogas, las bases militares… están profundamente relacionadas con la violencia a las mujeres, donde se ven como botín de guerra, como justificación de acciones en el territorio, como forma de dominio.

De ahí viene que sea un feminicidio, no homicidio, además un porcentaje demasiado significativo de estas mujeres que han sido asesinadas, los responsables han sido hombres e instituciones militaristas y capitalistas que discriminan a las mujeres. Ante una sociedad que todo lo homogeneiza, le viene muy bien reconocerlos como un homicidio más, pero cuando hacemos la diferenciación, que es un grupo poblacional que tiene ciertas características, duele más. Igual el feminismo, lo que busca es sacar a la luz, estas violencias que quedan en la oscuridad y como un asunto domestico, idealizando estas muertes y las justifican de muchas maneras, porque estaba vestida así, porque respondió de esta manera, porque se reveló, porque era muy rara, por que era una marimacho, porque se vistió así, porque lo incitó. 

CI: En la convocatoria de la acción se caracterizaban el feminicidio como un crimen de estado, ¿por qué?

M: Porque esta unido a la violencia estructural que sostiene esta sociedad y el gobierno colombiano, y es un crimen de estado porque los organismos estatales se ven altamente involucrados en asesinatos de las mujeres, y de los paramiliatares que sabemos que tienen una gran conexión con los militares y con toda la política estatal represiva, porque muchos victimarios han sido policías, militares que son organismos del estado. Y son crímenes de estado, porque el estado no tiene estrategias claras para hacer justicias, para decir como estado: bueno, esto no se puede hacer, como gobierno nos oponemos y por tanto creamos unos mecanismo de protección y promoción de la protección hacia las mujeres. Pero el mismo estado justifica y hace que queden en el anonimato. Unido a las prácticas guerreristas en la política.

CI: La respuesta de las instituciones estatales fue radicar un proyecto de ley que busca tipificar el feminicidio, porque no existe como delito en el código penal; las penas de homicidios están entre 13 y 25 años, para el feminicidio estarían entre 33 y 50 años, es decir, se considerarían un homicidio agravado. ¿Esta discriminación positiva mejoraría la situación de alguna manera?

M: Es que la pregunta tiene diferentes aspectos que son muy discutibles, uno, si legitimamos o no todo el sistema penitenciario y carcelario, yo pensaría como Fucoult, todos los sanatorios, las cárceles hay que abolirlas. Es que el estado quiere ejercer un control sobre el cuerpo y si se puede sobre la mentes, y decir ellos, los hombres, son los culpables, solo ellos y se lavan las manos. ¿Si hay tantos feminicidios, cual es la responsabilidad del gobierno y las instituciones que conforman el estado?, entre ellas la familia y la escuela también.

Para mí la solución no es más cárcel pero si tiene que haber unos medios y mecanismos legitimados por nosotras las mujeres como movimiento civil, donde determinamos que se requiere para que haya justicia. Debe de haber justicia, pero no es la cárcel y no es más años. Pero como es un estado represor, solo congenia con mecanismos represores como la cárcel.

CI: ¿Cotidianamente como se justifica la violencia contra la mujer?

M: Estamos en una cultura que a interiorizado todos los valores patriarcales, que son los valores del más fuerte, de la competencia desleal, de que un sexo es más poderoso y el otro es más débil. Entonces eso como se evidencia, por ejemplo en dejar a nosotras las mujeres en estereotipos, como la mujer santa, la mujer buena, la que obedece, la sumisa; cuando una mujer empieza a preguntarse a revelarse contra estos estereotipos de la mujer, de una hay una violencia hacia nosotras, física, psicológica y económica.

La asignación de roles en domésticos, de que todas las mujeres tenemos que estar al servicio de los otros, en fusión de los otros, del cuidado de los otros, eso es una forma de violencia. El amor romántico heterosexual, porque esa es la felicidad, así la golpeen o la traten mal, es una violencia instalada y aceptada hasta por las mismas mujeres. En el lenguaje, en la forma de nombrar, los niños; si bien es bueno no saturar con los y las, pienso que lo que no se nombra no existe, si no se nombra a la mujer como sujeta, no existe en la realidad social, como una actriz o ciudadana que tiene incidencia sobre todo lo que ocurre en la cotidianidad.

Los piropos cuando una sale, de transgredirte, totalmente agresivos, o cuando una sale a la calle y hay hombres que se creen con el derecho de decirle a uno cualquier barbaridad o de meterse en tu camino o de juzgarla a una. Siendo un desconocido, se cree en el derechos tratar a las mujer como una propiedad de todos los hombres.

Son bastantes las violencias, e incluso de generación en generación que han quedado en la impunidad. Es así como vemos mujeres jóvenes que reproducen lo mismo, siendo víctimas, pero están totalmente impedidas para actuar; además porque justifican la violencia hacia las mujeres.

Otro ejemplo son los servicios sociales, son completamente misóginos; si una mujer se provoca un aborto casero, porque no quería, porque estaba desesperada, por las peores razones para que se practique un aborto, si va a urgencias, la dejan desangrar, la dejan sufrir porque es una criminal. Esto se queda en el silencio, se justifica y las mujeres se sienten mal, sienten que son malas.

CI: ¿Por qué se toma la decisión de hacer la acción sin permiso y en este lugar en concreto?

M: Sin permiso por que no nos interesa, porque no tenemos por que pedir permiso. Pedir permiso es un aspecto legal y tomarnos el espacio es un aspecto legítimo como ciudadanas. Además ¿quién hay en la Alpujarra?, su mayoría hombres que representan este estado, y nosotras tenemos muy claro que nuestra apuesta es en favor de la mujeres, entonces si llega un hombre a pedirnos información a interlocutar, no le damos información, porque precisamente nos quieren acaparar y ser ellos siempre el centro, y nuestros esfuerzos son por las mujeres.

Se dice que esto es un estado social de derechos, lo que es una falacia, la Alpujarra es uno de los lugares donde se toman decisiones, pero es un lugar enmallado, cerrado a los ciudadanos participen de lo político y lo publico. Queríamos que los representantes de lo publico se percataran de lo que esta pasando y además desafiar este lugar donde esta concentrado la toma de decisiones.

Vamos a incomodar, por ejemplo en un reconocido restaurante en el centro de Medellín que sacan a la mujeres que se dan un beso en la boca y le niegan los servicios, vamos a incomodar a esos lugares a decirles que no es normal, por que así están justificando los feminicidios.