2 ago. CI.- En la mañana del pasado viernes 22 de julio, en la autopista regional, a la altura del municipio de Sabaneta, nueve chivas integraron la caravana contra las multinacionales, en la que participaron 40 organizaciones sindicales. Este es el octavo año en el que se realiza una manifestación pacífica por las calles de Medellín como denuncia a los atropellos por parte de las multinacionales.

Desde el mes de junio, en Norte de Santander, los indígenas de la Nación U`wa ocuparon la estación de gas de Gibraltar para exigir su cierre y el respeto por su territorio ancestral, el cual se ha visto amenazado por la indeliberada concesión de tierras a las multinacionales por parte del Estado. Así mismo, en las carreteras de todo el país, el paro de los camioneros duró más de 40 días y con este el sector del transporte de cargo mostró su inconformidad con los altos precios de los fletes y el combustible, así como con el ingreso de la multinacional suiza de transporte, Impala, al país. Tanto los indígenas como los camioneros se movilizaron constantemente en las últimas semanas por la defensa de la soberanía del territorio y del trabajo. En ambos casos los acuerdos con el Estado tardaron fueron obstaculizados por las represalias gubernamentales.

A pesar de que en estas dos situaciones ya se lograron acuerdos con el gobierno, son numerosas las comunidades que aún se encuentran luchando contra la explotación del patrimonio por parte de las multinacionales, como lo es -por mencionar un solo caso- el conflicto mineroenergético en el páramo de Sumapaz, al que han venido haciendo frente los sumapaceños y varias organizaciones sociales.

Medellín le dijo “No más” a las multinacionales

La movilización no tiene como finalidad únicamente denunciar la pérdida del patrimonio colombiano y el daño provocado en los territorios sino, también, “toda la arremetida violenta de estas multinacionales en contra de los trabajadores, los bajos salarios, despidos injustificados y una contratación a destajo”, afirmó Elkin Galeano de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).

También se tiene en cuenta la denuncia por las ventas de grandes empresas colombianas a países extranjeros, como  el caso de Isagen y en los últimos meses la venta de ETB. “Hay muchos políticos que cuando llegan a estos cargos hablan muy bonito en la defensa de la soberanía, pero cuando presentan los proyectos de ley se les olvida lo que dijeron ellos mismos en campaña. Mire a Medellín, como está quedando en manos de multinacionales. Ya quieren vender la Fábrica de Licores de Antioquia y es parte del poco patrimonio que nos queda a los colombianos. Hay una serie de empresas que eran totalmente colombianas y hoy ya son extranjeras”, expresó  Gilberto Torres de Sintrainaldo.

La caravana de protesta comenzó a las 8:00 am y finalizó en el Parque Botero, luego de un recorrido por las calles de la ciudad en el que, según Hernando Giraldo de Sontrantelco, se intentó mostrar a la gente que “mientras no estemos gobernados por el pueblo, nunca va a ver un cambio social y siempre continuaremos siendo gobernados por la burocracia, por la oligarquía, por quienes defienden el gran capital. Siempre bajo los pies de Estados Unidos y de las Multinacionales”.

En el marco de la firma de un proceso de paz y un gobierno promotor de una Colombia sin guerra, los participantes, entre bocinas y miradas, arengaron: “el conflicto actual está financiado por las multinacionales, para la paz también es necesaria la soberanía del país”.

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