22 dic. CI.- Como cada año, las comunidades de los barrios periféricos en Medellín, así como diferentes procesos comunitarios del Valle de Aburrá se dieron cita en la Marcha Carnaval por la Vida Digna y la Defensa de Nuestros Territorios, que este año se llamó ‘¡Unidxs Venceremos!’ Se llevó a cabo el sábado 15 de diciembre en el barrio La Cruz de la comuna 3 de Manrique.

“Ahora que nos une el agua y la tierra porque concebimos esta lucha con y no contra la naturaleza, juntémonos los pueblos habitantes de las riveras de los ríos y las altas montañas, fortalezcámonos mutuamente, acompañémonos y defendámonos, porque solo en la unidad encontraremos libertad”

Tomado de: Mesa interbarrial de desconectados

La Marcha Carnaval demostró que la lucha por unos servicios públicos justos no ha terminado y que la periferia de la ciudad podría ser una gran expensa agrícola que aporte a la soberanía alimentaria de los territorios y no un cinturón verde que ahorque a las comunidades y reciba a los turistas.

Se festejó la resistencia y la lucha, que a través de la juntanza de mujeres y hombres, siguen demostrando que es mejor trabajar solidariamente por defender la vida digna y los territorios construidos a partir del esfuerzo comunitario.

El carnaval contó con diferentes expresiones artísticas: malabarismo, danza, chirimías, comparsas, que se movieron a través de los senderos que la misma comunidad construyó en ese barrio de Medellín.

El Carnaval por la Vida rescata la importancia de trabajar solidariamente para hacer frente a la injusticia, a la desigualdad y a la violencia de un sistema defectuoso que tanta guerra ha desencadenado en los barrios empobrecidos de Medellín.

Es una de las mejores expresiones de resistencia y unidad que se puede encontrar en los territorios, pues es a partir de ellas que se da un reconocimiento eficáz entre unas y otras personas.

Muchas de estas enseñanzas las han dejado las mujeres luchadoras que encabezan estos procesos, pues son ellas quienes han decidido ponerle el pecho a los problemas y continuar caminando y juntando experiencias, como fue el caso de Ana Fabricia Córdoba.

Procesos comunitarios y de juntanza como el vivido en la Marcha Carnaval por la Vida Digna y Nuestros Territorios, reiteran la importancia diaria del trabajo auto-gestionado, solidario y comunitario. A partir de este punto se puede pensar en construir una transformación que además recoja las reivindicaciones propias del pueblo en las ciudades.

CI DH-SM/ND/22/12/18/10:00