01 feb. CI.- La muerte de Elkin Ramírez retumbó en los medios escritos, radiales y televisivos  del ámbito nacional. De allí que la idea en las siguientes páginas no sea recalcar este triste suceso como noticia de coyuntura y de la que nos compete hablar, sino rememorar en parte lo que le aportó Elkin al rock nacional, al rock latinoamericano y, principalmente, el legado de lo que será Kraken para los tiempos venideros.

Por Jorge Vélez*.
La historia de Kraken comenzó a tejerse a inicios de los años 80 cuando Elkin Ramírez en ‘Ferrotrack’ —última banda en la que probaría suerte y talento— se transformaría y le daría origen, en 1984 en la ciudad de Medellín, a la titánica Kraken. Fue en este año  en que el proyecto musical y artístico que lo ocuparía por los próximos 33 años saldría a la luz con su primer show, ofrecido el 22 de septiembre a la escena medellinense. Otros sucesos que son importantes mencionar son la recordada “Batalla de las Bandas Rock Festival” de 1985 en la Macarena, marcada por actos de violencia entre afectos de metal duro y desgarrador propio de bandas como Parabellum o Danger contra seguidores y músicos del melodioso hardrock y heavy metal de Excalibur o Kraken (los cuales no lograron salir al escenario). Este hecho se repetiría en el histórico Teatro al Aire Libre Carlos Vieco en 1987, en el cual punkeros y metaleros atacaron con piedras a la banda impidiéndole tocar todo su repertorio. La consecuencia del suceso para Kraken  fue una ausencia de muchos años en ese importante escenario para el rock local.

Estos sucesos absurdos pero muy propios de la cruda Medellín de los 80´s fueron rememorados por el mismo Elkín en su regreso al Carlos Vieco, en el 2014, durante el Concierto de la Juventud, ya en un contexto amable, cargado de reconocimientos y euforia propio de lo trasmitido por tantos años con Kraken. De allí, también, tanto que le debemos a Elkin: su insistencia y carácter.

La importancia de Kraken solo puede ser entendida a partir de la grandeza de Elkin Ramírez, su compromiso y su legado como reflejo de libertad, respeto y rebeldía, que lejos de la fama o la petulancia de cualquier otra estrella del rock, nos dejó el reflejo del trabajo arduo, responsable, de calidad y con humildad.

El Titán nos reclamó dirigir la mirada hacia nuestro sur y es allí donde Kraken tejió sus más grandes réditos artísticos. Latinoamérica pasó a ser el gran escenario no solo como receptor de sus canciones sino como inspiración para sus composiciones. Así lo hemos entendido en cada disco que nos dejó, desde la necesidad de reafirmar lo que somos y lo que debemos ser a partir de nuestras propias contradicciones.

Recuerdo que otro llamado constante de Elkin en sus conciertos era su insistencia y vehemente llamado a defender el rock y los espacios que a través de todos estos años se han ido conquistando. El trabajo estético y simbólico de Elkin con Kraken tiene que servir de inspiración para crear proyectos musicales sólidos, que se apropien de espacios con honestidad y rebeldía tanto en lo musical como en lo humano para propagar esos sueños libertarios e inspiradores que oímos retumbar en cada una de sus canciones.

Uno de sus últimos conciertos en Medellín fue en el Orquideorama del Jardín Botánico, en la celebración de los 30 años de Kraken. Allí, Elkin Ramírez deleitó enérgicamente a un heterogéneo público, no solo diverso por su edad sino por sus gustos y estéticas, y ese es uno de los grandes valores que han de ser referentes de Kraken y del Titán: la unión, el respeto y su eterno llamado de libertad.

Kraken – Todo Hombre es una Historia (1986)

Kraken – Todo Hombre es una Historia (2013)

Kraken – Muere Libre (1985)

Kraken – Muere Libre (2013)

*Estudiante de Ciencia Política de la Universidad Nacional de Colombia