14 oct. CI. – “La moral está alta, nos estuvimos preparando para este día, aunque nunca es bueno que llegue”, afirma el catalán Rok Brossa, miembro de la Comuna Internacional de Rojava, en una entrevista con Colombia Informa desde la ciudad de Derik, en el norte de Siria.

Por Leandro Albani* “Nos hemos preparado y daremos todo por resistir, y para participar en esta resistencia histórica de Rojava”, expresa el internacionalista al ser consultado sobre la invasión militar ordenada el miércoles pasado por el gobierno del presidente turco Recep Tayyip Erdogan.

En los últimos meses las amenazas de Ankara han aumentado, pues para la administración de Erdogan es inconcebible que del otro lado de la frontera se esté construyendo un gobierno autónomo, en el que las mujeres son las principales protagonistas y, tanto las diferentes nacionalidades -kurdos, árabes, armenios, asirios y otros-, como las diversas religiones -musulmanes, cristianos, yezidies, etc-, convivan en un territorio cruzado por una guerra de agresión desde hace más de ocho años.

Sobre la situación en Derik, Brossa señala que mucha gente está huyendo hacia otras ciudades y pueblos más cercanos al sur, debido a los masivos bombardeos turcos que despertaron una condena internacional unánime, pero que siguen cayendo en varias localidades de Rojava. Se calcula que desde el miércoles pasado más de 100.000 personas se han desplazado debido a los bombardeos.

“En Derik el viernes por la noche se produjeron algunos bombardeos, el sábado a la noche no hubo ataques. Son bombardeos para causar miedo, para que la gente huya y que el ejército turco pueda avanzar con sus grupos islamistas afines con más facilidad”, puntualiza. 

La invasión turca tiene varios objetivos: destruir y derrotar tanto a la Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria -AANES- como a las Fuerzas Democráticas de Siria -FDS-, barrer con los pobladores kurdos (un objetivo que el Estado turco y Erdogan especialmente, han tenido como política histórica), liberar y reorganizar al Estado Islámico -ISIS- y a otros grupos islamistas sostenidos por Ankara, y conquistar la mayor cantidad posible del territorio del norte de Siria para, con el paso del tiempo, anexarlo a Turquía. 

Sobre la situación de la población civil, Brossa asegura que “está resistiendo” y que cada día, desde que comenzó la invasión, “hubo manifestaciones a lo largo de la frontera”. “Hemos visto cómo las estructuras militares volvieron a sus posiciones defensivas y las posiciones civiles están tomando el control de la defensa de las ciudades, preparando la resistencia y ultimando detalles donde el frente es más agresivo”, manifiesta. El integrante de la Comuna Internacionalista también agrega que en las ciudades de Serkaniye y Tal Abyad “estamos viendo una guerra de alta intensidad”.

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Con respecto al posible resurgimiento de ISIS, Brossa indica que “en ciudades como Qamishlo y Haseke, estamos viendo cómo las células durmientes del Estado Islámico o de otros grupos islamistas, coordinados con la ocupación que promueve el ejército turco, están haciendo atentados. En Qamishlo hubo un par de atentados contra un restaurante en donde comían muchos combatientes de las Fuerzas Democráticas Sirias -FDS-”. 

Este domingo se conoció que al menos 800 mercenarios de ISIS escaparon de cárceles y campos de refugiados que estaban bajo control de las FDS. A su vez, en campos como el de AL Hol, se producen momentos de tensión entre los terroristas, sus familias, y las fuerzas que los custodian. Cuando comenzaron los bombardeos turcos, las FDS anunciaron que su prioridad sería defender el territorio de los ataques, por lo cual no iban a tener capacidad para resguardar las cárceles y campos de refugiados. La AANES y las FDS tienen bajo su custodia al menos a 12 mil miembros de ISIS, junto a sus familias, lo que hace un total de 70 mil personas.

“Estamos viendo cómo el ejército turco bombardea los márgenes de los campos de refugiados, facilitando que los presos de ISIS escapen de las cárceles –alerta Brossa-. Ya hubo varias fugas causadas por los bombardeos del ejército turco. Al menos en dos cárceles donde habían miembros de ISIS”.

Desde que comenzaron los ataques turcos, decenas de civiles –incluidos niños y niñas- fueron asesinados y cientos de personas resultaron heridas. Las FDS revelaron que unos 300 soldados turcos y mercenarios fueron abatidos en cinco días de combates. Mientras tanto, alrededor de 100 milicianos y milicianas de las fuerzas de autodefensa cayeron en los enfrentamientos. 

“La Comandancia General de las FDS dio la premisa de que esta es una guerra en la que hay que vencer sí o sí –expresa Brossa-. Sabemos que si Turquía entra y logra dividir de nuevo el territorio, entre Kobane y Yazira, será complicado recuperar la capacidad de Rojava para implementar el proceso revolucionario”. 

Para el internacionalista catalán, “existe la voluntad de resistir hasta el final. Hemos visto a los combatientes de las FDS cómo se dirigen al frente con la moral alta, con la voluntad de defender sus territorios, no solo las ciudades que se encuentran en la frontera. Hemos visto destacamentos de las FDS que llegan desde todas las ciudades hacia el frente”. 

A su vez, Brossa remarca la importancia de la solidaridad internacional con los pueblos de Rojava: “Estamos viendo cómo en todo el mundo hay masivas movilizaciones en solidaridad con la resistencia. Eso nos llena de emoción y de alegría: ver esa ternura de los pueblos que se activa. Además, la campaña #RiseUP4Rojava está lista para dar respuesta al ataque de gran envergadura que estamos recibiendo. Nos alegra ver cómo esas redes de solidaridad y las organizaciones políticas ven la importancia de Rojava y participan en esa resistencia con las formas que les permite desde donde se encuentran”. 

“A nivel de estados –agrega-, sabemos obviamente que los estados no son amigos de Rojava ni del pueblo. A menudo decimos que los kurdos no tienen más amigos que las montañas. Hubo algunas respuestas condenando la invasión de Turquía, pero ni siquiera el Consejo de Seguridad de la ONU la condenó. Muchos países hacen menciones críticas a Turquía, pero tampoco están acelerando medidas. Las propuestas de sanciones económicas veremos hasta qué punto se van a aplicar. Esperamos que el embargo a la venta de armas a Turquía se ponga en práctica pronto y que por lo menos se cierre el espacio aéreo para no permitir que la aviación turca pueda bombardear libremente a la población a lo largo y ancho de Rojava”.

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Al cierre de esta edición, la AANES anunció un acuerdo con el régimen sirio, para que este cumpla con el deber de proteger las fronteras del país y preservar la soberanía del mismo. En una declaración, la Administración Autónoma explicó que “nuestro proyecto político en el norte y este de Siria no hizo un llamado a la secesión, pero hemos estado pidiendo diálogo y resolviendo la crisis siria pacíficamente. No atacamos a ningún país, especialmente a Turquía, aunque éste persista en llamarnos terroristas mientras que desempeña un papel importante apoyando al terrorismo en Siria. Actualmente Turquía está invadiendo el territorio sirio que había sido liberado por las FDS con la sangre y los sacrificios de sus hijos”.

Además, se detalló que “tuvimos que tratar con el gobierno sirio, que tiene el deber de proteger las fronteras del país y preservar la soberanía siria, para que el ejército sirio pueda ingresar y desplegarse a lo largo de la frontera sirio-turca para apoyar a las FDS a repeler esta agresión y liberar las áreas por donde ingresó el ejército turco y sus mercenarios contratados”. 

“Este acuerdo –aseveraron desde la AANES- ofrece una oportunidad para liberar el resto de los territorios y ciudades sirias ocupadas por el ejército turco, como Afrin, así como otras ciudades y pueblos sirios”.

Por último, se pidió “que este despliegue se produzca a través de la coordinación y compatibilidad con la autoadministración del norte y el este de Siria y las Fuerzas Democráticas Sirias”.

Por último, Brossa reitera que “la voluntad de resistir es total” en toda Rojava. “Esta es la guerra definitiva para hacer frente al fascismo turco –analiza-, porque vemos que Erdogan está en una situación muy débil, tanto a nivel económico como geopolítico. Si resistimos este ataque, el régimen turco no podrá mantenerse en pie y lograremos romper al fascismo turco y dar grandes pasos para la democratización de Kurdistán, de Oriente Medio y del mundo entero”.

*Leandro Albani es colaborador de Colombia Informa

CI LA/KA/ND/14/10/2019/20:00