22 ago. CI.- En unos días llegará a Colombia el Papa Francisco, Sumo Pontífice de la Iglesia Católica. Aunque su visita ha despertado sentimientos encontrados, algunas visiones plantean su llegada como un espaldarazo para la construcción de Paz en el país en cuanto a la implementación de los Acuerdos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia -Farc- y a los Diálogos en curso con el Ejército de Liberación Nacional -ELN.

El próximo 6 de septiembre aterrizará en Bogotá un avión con el Obispo de Roma a bordo para visitar el país durante cuatro días. Colombia está entre los diez países más católicos del mundo. La cifra aproximada de colombianas y colombianos bautizados según esta religión asciende a los 45.3 millones de personas, según cifras del Vaticano.

Francisco, el primer jesuita en asumir dicho cargo, representa una suerte de renovación en la Iglesia. Sus postulados progresistas sobre algunos temas sociales como el matrimonio, el divorcio, el aborto, la prostitución y el equilibrio con el medio ambiente han despertado en el mundo -y en Colombia- diversas posiciones en su contra. Las visiones conservadoras y ortodoxas en el clero y los creyentes no se han hecho esperar. Sin embargo, este Papa es quizá el líder religioso más popular del mundo.

Pero la denominación de “Sumo Pontífice” -además de situarlo en el más alto puesto de la Iglesia Católica- ubica al Papa como un “constructor de puentes” entre los conflictos que aquejan a la humanidad. Ha sido así desde los tiempos de la antigua Roma cuando sus Obispos se encargaban de mediar entre los Estados.

El Papa visita a Colombia en un momento particular de su historia: la coyuntura de construcción de paz, mediante la cual se espera transformar la confrontación política armada que ha perdurado por más de medio siglo y ha dejado millones de víctimas. Cabe destacar que a este Proceso de Paz también se le han opuesto las posiciones más conservadoras de la misma Iglesia.

Los costos de esta visita han despertado fuertes polémicas. No se sabe exactamente cuánto será la suma invertida. Pero, comparando este viaje con otros que ha realizado a naciones vecinas como México (con 1.7 millones de dólares diarios) o Ecuador (1.3 millones de dólares diarios), se calcula que Francisco gastará un aproximado de 1.5 millones de dólares cada día en Colombia. Al ser una visita de Jefe de Estado (el Vaticano), el Gobierno nacional ha dejado claro que esta cifra será asumida parte y parte entre él y la Iglesia.

No obstante, cuatro días a 1.5 millones de dólares por jornada significan un monto total de 6 millones de dólares. Es decir, aproximadamente 18 mil millones de pesos colombianos. Dividiéndolo a la mitad, esta visita le costará a Colombia aproximadamente nueve mil millones de pesos en total.

A pesar de que muchos sectores ven este como un gasto innecesario, se espera que la visita del Papa Francisco marque un giro positivo para la actualidad del país. Para los creyentes y los que no comparten dicha fe, este acontecimiento histórico sucede mientras los Acuerdos pactados entre las Farc y el Gobierno parecen estancados y la Mesa de Diálogos presenta una tensión evidente.

Del Papa se espera Esperanza

Delegación de Paz del ELN

El Papa Francisco, quien siempre se declaró a favor de las negociaciones de Paz entre las Farc y el Gobierno, había declarado que viajaría a Colombia una vez estuviera “blindado” el Acuerdo. Estará llegando seis días después de que esta organización se oficialice como partido político.

En una audaz jugada política, el pasado diciembre el Obispo de Roma se reunió en el Vaticano con el Presidente Juan Manuel Santos y con su predecesor y máximo opositor al Proceso de Paz, Álvaro Uribe. Esta reunión ocurrió a escasas semanas del famoso plebiscito del No. En esa ocasión, Santos le regaló a Francisco el “balígrafo” con el que firmó sus acuerdos con las Farc.

De cara a la próxima visita del Papa, el ELN ha promovido un cese al fuego bilateral con el Gobierno. Desde el principio de los diálogos dicha organización ha insistido en la necesidad de dialogar en medio de un alto a las confrontaciones y hostilidades pero solo hasta antes del inicio del Tercer Ciclo el Gobierno ha mostrado disposición para avanzar en esta línea.

Mientras que el Gobierno ha sostenido, en boca de su negociador Juan Camilo Restrepo, que el cese solo se podrá realizar si el ELN renuncia primero a las retenciones, voladuras de oleoductos y otro tipo de acciones que denomina como hostilidades contra la población civil. El ELN ha hecho explícitas sus condiciones.

Sin embargo, también anunció que de no ser posible acordar un cese al fuego y de hostilidades de manera bilateral, el Ejército de Liberación Nacional podría adelantar un cese al fuego temporal unilateral como muestra de voluntad de paz para las comunidades y los territorios. “Nosotros vamos a hacer todo el esfuerzo que sea necesario para que el Cese al Fuego sea bilateral y si no se lograra habría que considerar la posibilidad de hacer un cese unilateral por parte nuestra”, afirmó recientemente el Comandante eleno Pablo Beltrán.

Esta visita Papal será la tercera en la historia. En 1968 estuvo Pablo VI y en 1986 fue el turno de Juan Pablo II. A pocos días de la llegada del Papa, el ELN insiste en la necesidad de avanzar en la ruta del Cese al Fuego Bilateral y el Gobierno insiste en imponer sus condiciones. La guerra aún continúa en ciertos territorios al igual que el asesinato y persecución contra líderes y lideresas sociales. El paramilitarismo se expande en algunos Departamentos. Quizá este tercer Papa en Colombia puede traer soluciones de Paz y esperanza por estas tierras. Solo falta que todas y todos demos el primer paso.

CI DO/PC/22/08/17/21:00