En las últimas semanas el proceso de paz en La Habana ha tenido una serie de altibajos, más bajos que altos, que lo han puesto en tela de juicio. Desde el secuestro del general Alzate, pasando por el cese de los diálogos anunciado por el gobierno, hasta la última declaración de Timochenko, en la que acusa al presidente Santos de romper la confianza y de no respetar lo pactado con las FARC, el proceso entró en una especie de cuidados intensivos de la que no ha salido hasta el momento, pues las dos partes parecen alejarse más y más de un acuerdo favorable a las negociaciones.

Por Carlos Antonio Arbeláez*. Aunque todo apunta a que la solución está en manos del gobierno y las Farc, y la opinión que se ha mostrado en la mayoría de los medios de comunicación ha sido de periodistas, políticos y académicos que podrían considerarse una autoridad sobre el tema, la ciudadanía también se ha manifestado. Iniciativas como el Encuentro Nacional del  Clamor Social  y un Frente por la Paz con justicia social que se llevó a cabo en el Centro de Memoria Paz y Reconciliación en la ciudad de Bogotá, los días 16 y 17 de noviembre, en el que distintas organizaciones, grupos de jóvenes, colectivos, procesos políticos y sociales del campo popular y democrático, se dieron cita para hacer un balance del movimiento social por la paz durante el año de 2014, y de paso, declarar su posición frente a la decisión del gobierno de suspender las negociaciones con las Farc en La Habana. El pronunciamiento fue enfático frente al desacuerdo con la suspensión de los diálogos y a favor del cese al fuego bilateral. Además, se solicitó a las partes no utilizar ningún tipo de pretexto para levantarse de la mesa, la pronta liberación de los secuestrados y un cese de actividades militares en la zona, en pro de no arriesgar la vida de los retenidos. Otro ejemplo de participación de la ciudadanía fue la concentración que se realizó el día 18 de noviembre en la calle 32 con 7, con el fin de mostrar el apoyo a la continuidad de  los diálogos de paz y un cese al fuego bilateral de inmediato.

Estas dos manifestaciones no han sido las únicas que se han realizado últimamente en torno a los diálogos de paz y al conflicto. Durante el mes de noviembre se viene ejecutando un proyecto por parte de la organización Asociación Comunidad y vida, y auspiciado por el Instituto Distrital de la Participación y Acción Comunal -IDPAC- que se titula Ciudadanías y Participación en el Posconflicto. La iniciativa tiene como objetivo principal promover alternativas de participación social y política de la ciudadanía en el posconflicto a través de la participación, formación, planeación y organización de colectivos sociales que constituyan una red ciudadana en 6 zonas de distrito y con el apoyo a iniciativas existentes encaminadas a incidir en asuntos públicos de la ciudad.

El proyecto se ha desarrollando en 6 zonas de Bogotá, seleccionadas dentro de las localidades de la capital así: Zona Humedales, que comprende las localidades de Suba y Engativá; la zona suroccidental, que comprende las localidades de Fontibón y Kennedy; la zona universitaria, en la que se encuentran las localidades de Teusaquillo y Chapinero; la zona tunjuelo de oro, que corresponde a las localidades de Tunjuelito, Usme y Ciudad Bolívar; la zona cerros orientales, que comprende las localidades de Rafael Uribe Uribe y San Cristóbal. Y por último la zona centro, en la que se encuentran las localidades de Santa fe y Candelaria.

Con los grupos, organizaciones y colectivos que se seleccionaron, se pretende realizar el fin de semana del 29 y 30 de noviembre un seminario presencial, que se denomina «Ciudadanía y Participación política en el posconflicto: miradas críticas», al cual podrá inscribirse cualquier persona interesada en el tema, y con el que se pretende dar una herramienta a los procesos ciudadanos de movilización, organización y acción política, para indagar de forma crítica y colectiva por el papel que deben tener en el proceso de construcción de paz en el país, y en un posible escenario de posconflicto. El evento se llevará acabo en Universidad Pedagógica Nacional en el auditorio Paulo Freire.

Este tipo de iniciativas, incluyendo el proyecto, son una muestra de la preocupación general y el ánimo de la ciudadanía de hacerse partícipe de los procesos que lleven a la construcción de la paz, y en los que se promueven alternativas de participación social y política. A pesar de que los diálogos en La Habana se encuentran suspendidos, en todo el territorio nacional se pretende continuar con los espacios como el del seminario para pensar y repensar no solo el proceso de paz, sino su posterior desenlace luego de la firma del acuerdo. El posconflicto, es un tema que vale la pena observar y examinar desde una perspectiva amplia, en la que distintas voces, especialmente las de la comunidad, dan sus puntos de vista y se plantean alternativas desde lo local que pueden ser recogidas y reconocidas como elementos para el análisis, permitiendo avanzar en la construcción de una cultura política basada en la participación, la democracia y la paz.