Ana Teresa Bernal, Alta consejera del gobierno distrital para los derechos de las víctimas, la paz y la reconciliación.

Entrevista a alta consejera para los derechos de las víctimas, la paz y la reconciliación: «La contribución de Bogotá a la paz es es fundamentalmente desde el territorio», Ana Teresa Bernal quien explica a Colombia Informa las propuestas del gobierno distrital en torno a la construcción de la paz en Colombia, a propósito de la coyuntura de conversaciones en Cuba.

Desde septiembre pasado, al anunciarse oficialmente las conversaciones de paz entre gobierno colombiano y la organización guerrillera Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo, Farc-EP, el país y el mundo han conocido diversas manifestaciones sociales y políticas dispuestas a participar en ese escenario. En las últimas semanas se produjeron documentos que sintetizan los resultados de esas expresiones en los que se encuentran propuestas y temas que la sociedad considera indispensables para tratar en esas conversaciones, que ahora tienen por asiento el país caribeño de Cuba. 

Entre esos documentos están las conclusiones de las nueve mesas regionales convocadas por la Comisión de Paz del Congreso de la República y adelantadas en colaboración con la oficina de Naciones Unidas y las conclusiones del foro de organizaciones sociales que sesionó en la Universidad Nacional, sede Bogotá, el 4 y 5 de diciembre. 

El gobierno de Bogotá, con Gustavo Petro a la cabeza, ha presentado y adelantado también varias iniciativas sobre las que Colombia Informa habló con Ana Teresa Bernal, alta consejera del alcalde Petro en los temas de derechos de las víctimas, la paz y la reconciliación. Ella explicó el enfoque de estas propuestas. 

Colombia Informa: En meses anteriores se conoció una de las iniciativas del alcalde Gustavo Petro llamada Cumbre de gobernadores y alcaldes, lanzada a propósito de lo que está ocurriendo en Cuba. ¿En qué consiste la agenda del gobierno capitalino en esa materia?

Ana Teresa Bernal: La agenda de Bogotá en el tema de paz es muy concreta. Lo primero es que el alcalde no quiere interfeir en los temas de orden nacional que le competen al presidente de la República y por eso ha dicho que su contribución es fundamentalmente desde el territorio. De hecho, ha convocado dos cumbres de gobernadores y alcaldes por la paz, para que vayan surgiendo las iniciativas desde los territorios, de modo que unidas se conviertan en un aporte a la paz nacional. En el caso de Bogotá, hay varias iniciativas. 

Está por una parte la propuesta de apoyar con la compra de productos agrícolas a los campesinos y campesinas que puedan ofrecerle alimentos a Bogotá. Obviamente, entre ellos, son muy importantes quienes retornan a sus tierras y tienen proyectos productivos. Bogotá necesita muchos productos alimenticios para los comedores comunitarios o los comedores de los estudiantes; en la ciudad hay mucha gente y por lo tanto, un enorme consumo de alimentos. De ahí que la iniciativa es comprarle a los propios campesinos de manera que pueda eso significar un gran mejoramiento en la calidad de vida de los campesinos y una gran oportunidad de mejorar la nutrición y las posibilidades de consumo a la gente de la ciudad. Es una forma de contribuir a la paz. 

Otro aporte importante que quiere hacer este gobierno tiene que ver con El Sumapaz, que es una región estratégica, de carácter rural, situada al sur del Distrito, y que ha tenido mucho que ver con el conflicto. El Sumapaz puede convertirse en un área en donde haya mucha producción agrícola hacia la ciudad y ayudar al Sumapaz es contribuir al desarrollo de la paz nacional. 

El alcalde también está interesado en la convocatoria del Consejo Distrital de Paz, que se había conformado hace unos años, pero que se fue muriendo puesto que hubo una quietud total en los temas de paz durante varios años. Ni el Consejo Nacional de Paz ni otros más locales se volvieron a convocar, pero el gobierno distrital puede hacerlo, cuestión que tendría que ver mucho con las dinámicas que haya en las distintas localidades de Bogotá.

Creo que hay otro elemento sustancial en la ciudad que tiene repercusiones en el tema de la la paz: la disminución significativa de las muertes violentas. Eso es construir también convivencia. En la ciudad como nunca antes ha disminuido en un 47% el nivel de homicidios. Las cifras indican 16 persona por cada 100 mil habitantes, por debajo de ciudades como Washington y de otras ciudades desarrolladas del mundo. Esperamos llegar a lo mínimo, a que no haya más muertes violentas. Eso es otra forma de contribuir a la paz. 

C. I. ¿Cómo entiende el gobierno distrital la participación de la sociedad en este proceso hacia la paz de Colombia? 

ATB. Todos los días hay eventos y experiencias de paz: ayer lo de Mujeres por la Paz, hoy con varias regiones. Todos los días se va alimentando un escenario que empieza a tomar fuerza. La Alcaldía ha apoyado las iniciativas de la sociedad civil. La que hubo también recientemente en la Plaza de Bolívar, donde se encontraron diversas iniciativas de paz y hoy está el secretario privado, Jorge Rojas, interviniendo en la instalación del foro que adelantan estas organizaciones. También participamos en la convocatoria que hizo el Congreso de la República con las llamadas mesas regionales, donde también el secretario privado presentó el apoyo del gobierno bogotano. Además de apoyar las iniciativas, queremos participar con propuestas. Eso obedece a que entendemos que la construcción de la paz debe ser la confluencia de muchas iniciativas del país y de las regiones, para que se tenga contenido, para que sea una paz integral. 

C. I. ¿Cuál es su valoración del momento concreto de esa participación?

Creo que es algo que se empieza a calentar, es algo que estaba muy frío después de tantos años de estar refundida la búsqueda de la paz en el país estaba refundida y de que las iniciativas en ese sentido fueran ignoradas y desconocidas. Pienso que la sociedad empieza a involucrarse otra vez y ojalá que en unos meses sea más participativa, tenga un mayor sentido de pertenencia en estos asuntos, para que este propósito no sea solamente de los negociadores, de quienes firman un pacto porque están en la guerra. Para que la paz sea una construcción colectiva y cotidiana de todos en este país. Confío en que poco a poco se va a vincular más gente y se irá despertando mayor conciencia de la necesidad de la paz. Mientras más gente participe, mayor legitimidad va adquiriendo el proceso.

CI: ¿Cómo han venido trascurriendo, específicamente, las cumbres de alcaldes y gobernadores impulsadas por la Alcaldía de Bogotá?

ATB. La primera cumbre se hizo en Bogotá, en septiembre; la segunda tuvo por sede a Florencia, la capital del departamento de Caquetá, y se hizo en noviembre; y esperamos que los primeros meses del año 2013 se adelante la tercera en Valledupar, esta vez en el norte del país, en el departamento de Cesar. Queremos fortalecer el escenario, que la participación sea mayor. Sería interesante hacer una espacio donde confluyan iniciativas de la sociedad civil e iniciativas de gobierno, lo que podría darle a estas cumbres una dinámica de concurrencia, más en la perspectiva de los gobiernos en diferentes regiones del país, en donde sociedad civil y Estado puedan construir escenarios importantes.

C. I. ¿Hay interés en que esto que está ocurriendo en las cumbres llegue a las mesas de Cuba?

ATB. Sí, el alcalde habló con el presidente y le informó que se iban a hacer las cumbres, con el interés de que eso llegue allá y para tener un canal de comunicación hacia las mesas. Obviamente no hay ninguna intención de protagonismos por parte del alcalde, lo importante es que las iniciativas que surjan se puedan hacer y las que dependen de la propia ciudad se puedan llevar a cabo.

C. I. ¿Desde el punto de vista de las víctimas que es lo que directamente usted trabaja, cómo se ve este nuevo intento hacia la paz de Colombia? 

ATB. Hay interés, hay expectativa. Las victimas tienen absoluta necesidad de tener un país en paz después de lo que les ha ocurrido. Pero también tienen la expectativa de que en las mesas de diálogo y negociación se reconozcan sus derechos y que se construya una agenda de las víctimas en el escenario de la negociación. El país ha dado pasos: con la llamada Ley de Víctimas, con los comités de justicia transicional, pero no es suficiente; falta un mayor nivel de reconocimiento, ver mayores resultados tanto de quienes cometieron los crímenes, quienes violaron los derechos de las víctimas, como del Estado mismo, que tiene que responder de manera más sistemática y concreta a los derechos de las victimas. 

C. I. En su camino ya de varios años en este trabajo por la paz, antes desde la sociedad civil, ahora desde la institucionalidad, cómo ve ese tránsito en las formulaciones y en las propuestas? 

ATB. Yo pienso a veces que Colombia es un país muy raro: aparecen avances muy importantes como la Constitución expedida en l991, la Ley de victimas y sin embargo, la realidad no caza con esos sueños de construir un país más democrático donde haya real participación, inclusión y equidad; todavía nos falta mucho; estamos dando pasos en algunas cosas, pero también retrocediendo en otras. Todavía existe intolerancia y poco reconocimiento de la diversidad y mientras eso subsista, subsistirá la guerra y subsistirá la violencia. Es necesario que grandes y poderosos intereses económicos que existen en el país den paso a otras posibilidades de gobernabilidad, de participación. No es tan sencillo. Se dice “Ley de víctimas y restitución de tierras” y apareen los que matan a las víctimas. En este momento hay una coyuntura muy difícil de amenazas y atentados contra estas personas. O surge un gobierno diferente como el de Gustavo Petro, que tiene una concepción de ciudad que se orienta a la inclusión, y también aparecen quienes no quieren que eso prospere. Entonces, mucha intolerancia, e incapacidad de comprender los cambios que el país requiere y todavía no hay la suficiente inclusión política y democrática para que Colombia se considere un Estado Social de Derecho como lo dice nuestra Constitución.