Ingrid Penagos, integrante de PUP durante el panel de movimiento social y político

El 2, 3, 4 y 5 de noviembre de 2012 se llevó a cabo la Escuela Nacional de Tejuntas en la ciudad de Bogotá, evento que funcionó como escenario de formación, discusión política y construcción de agenda de trabajo.

Alrededor de 70 delegados y delegadas de organizaciones juveniles de Bucaramanga y Cúcuta, Antioquia, Atlántico, Bogotá, Tolima, Manizales, Pereira, Cali, Cauca, Huila y Cartagena se dieron cita en Bogotá.

Luego de diversos espacios místicos para interactuar, momentos de formación, diagnósticos frente a la situación de la juventud en las regiones y análisis rigurosos del contexto político en el país, “este escenario colectivo de diálogo arroja resultados importantes para el avance y consolidación de un movimiento juvenil articulado con las luchas populares”, precisaron. 

En primera medida, se reconoce el momento político en el que “la oligarquía tradicional viene saqueando los recursos y entregándolos al mejor postor”, aseguran los jóvenes y agregan que esta situación impuesta por el capitalismo neoliberal consiguen que se piensen también la correlación de fuerzas en términos de fortalecer el movimiento social para avanzar hacia la construcción de un movimiento político nacional que haga frente tanto a la avanzada de las políticas del gobierno actual, como al reacomodamiento de un legado de la ultraderecha uribista.

Por otro lado, se reconoce la importancia de estar en sintonía con la búsqueda y construcción de una paz integral; por esto, afirman su participación de lleno en el Congreso para la Paz que se desarrollará en los primeros meses del año 2013, como una necesidad de aportar a una visión de paz y de país desde la identidad juvenil. Seguirán organizándose en torno al rechazo de la militarización de los territorios y la estigmatización de la juventud desde todas sus expresiones.

http://www.youtube.com/watch?v=8BmVJeu18Z4

Tejuntas, luego de un año de conformación, de haber participado en el Congreso de tierras, territorios y soberanías y otros momentos importantes como la Semana de la Indignación, ha construido su horizonte a través de una agenda política que renueva fuerzas y asume de manera comprometida la lucha por una vida digna y la conformación de un movimiento juvenil sólido que responda a las necesidades de los jóvenes del país.

 

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