9 sep CI.- Hoy 9 de septiembre, prisioneros de más de 24 Estados, inician una huelga laboral para visibilizar la injusticia que se vive en las cárceles de este país. El objetivo es acabar con las condiciones de vida inhumanas en el marco de lo que llaman “la esclavitud carcelaria”. En su comunicado, los presos organizados dicen “No sólo exigimos el fin a la esclavitud carcelaria, nosotros mismos la acabaremos cuando dejemos de ser esclavos”.

La huelga es convocada por el Comité Organizado de Trabajadores Encarcelados -Iwoc-, el Movimiento Alabama Libre, el Movimiento Ohio Libre y el Movimiento Mississippi Libre; organizaciones que creadas y dirigidas por personas encarceladas y apoyadas por personas en libertad.

¿Huelga laboral?

En Estados Unidos las cárceles son uno de los centros de la producción capitalista. La población encarcelada se acerca a dos y medio millones de personas y es una fuente de labor de bajo costo, casi gratuito; los controles sobre las condiciones laborales dentro de las cárceles son casi nulos, por lo que una huelga laboral tiene razón para ser.

Así, muchas empresas como McDonalds, Starbucks, British Petroleum, Victoria’s Secret, Whole Foods, Aramark, entre otras, usan el trabajo de los prisioneros en las cárceles en Estados Unidos por un costo entre $700 y $3.400 pesos la hora (en los Estados de Texas, Alabama, Georgia y Arkansas no se les pagan nada). El promedio nacional para el salario mínimo se paga a $21.750 pesos la hora; lo que evidencia una explotación, incluso más fuerte, que la realizada en las maquilas de China o Bangladesh.

La esclavitud es legal

Sin esta labor esclavizante a los presos, el sistema de producción capitalista norteamericano perdería un importante eje. Esta forma de esclavitud desde las prisiones fue legalizada en la Constitución de los Estados Unidos, en la enmienda 13 de 1865; allí se expresa que «personas privadas ya no podrán tener esclavos, y ni la esclavitud ni la servidumbre involuntaria existirán dentro de Estados Unidos, salvo como castigo para una persona condenada de un crimen».

Por esta razón los presos han tomado la decisión de parar su trabajo y entrar a una huelga. Los prisioneros en diferentes cárceles denuncian que en varias ocasiones el agua ha sido contaminada con arsénico, la comida es mohosa o podrida, y la guardia usa el aislamiento solitario como una represalia contra los internos.

El uso de aislamiento solitario en las cárceles en Estados Unidos ha sido denunciado por violar la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU. Prisioneros han estado en aislamiento solitario por más de 40 años; es el caso de Albert Woodfox, que salió de la cárcel después de haber sufrido 41 años esta violación.

La lucha es histórica

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Este 9 de septiembre es el aniversario número 45 de la revuelta de Attica. Allí, más de mil internos de la cárcel de Attica tomaron la cárcel y exigieron mejores condiciones; después de cinco días de negociaciones con el gobernador de Nueva York, Nelson Rockefeller, él mismo aprobó un ataque militar sobre la cárcel para retomarla. En la retoma de la cárcel, los militares asesinaron 31 prisioneros y nueve guardias. El 9 de septiembre es recordado como un día histórico para la lucha carcelaria en Estados Unidos.

En la última década la movilización carcelaria reactivó su fuerza y en varias partes del país han habido diferentes tipos de movilizaciones. En 2010 en el Estado de Georgia, prisioneros de seis instituciones estatales, coordinaron un paro laboral; en 2013 en California, miles de prisioneros participaron en huelgas de hambre y; el año pasado prisioneras en una institución estatal en California iniciaron una huelga de hambre en solidaridad con las migrantes detenidas que también lo estaban.

Las organizaciones convocantes de esta huelga esperan que esta sea una de las huelgas carcelarias más grandes de la historia. Llaman a las personas que gozan de la libertad para que se solidaricen con las movilizaciones de los internos en manifestaciones frente cualquier institución penitenciaria y también frente las corporaciones que benefician del labor de personas encarceladas; conociendo las consecuencias de otras movilizaciones y la facilidad que tiene la guardia de reprimir y silenciar su justa protesta.

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