9 may. CI.- La Comisión de Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas de Colombia denuncia que tras la firma del Acuerdo Final entre el Gobierno y las antiguas Fuerzas Revolucionarias de Colombia -FARC-, al menos el 20% de los indígenas del país han sido afectados por algún hecho victimizante.

Durante la presentación del balance general de vulneraciones a los DD.HH e infracciones contra los pueblos indígenas hecho en Bogotá, se presentaron las alarmante cifras relacionadas con el aumento de agresiones contra miembros de comunidades indígenas en todo el país.

“Creíamos que después del Acuerdo de Paz llegaría la tranquilidad. Al contrario, no dormimos tranquilos dentro de nuestros tambos. Hay confinamientos dentro de los resguardos porque temen a las bombas. Han caído jóvenes, mujeres y niños”, denunció Luis Ángel Manyoma, líder social del pueblo Embera, del Chocó.

El informe presentado por este organismo evidencia que, después de la firma de la paz, en total se han cometido 18.654 casos relacionados con agresiones, de las cuales 1.204 fueron amenazas y 11.445 se trataron de desplazamiento forzado. Entre las cifras se especifica que han ocurrido más de 60 asesinatos, 79 atentados, 20 casos de abusos sexuales, 13 desapariciones forzadas, 7 secuestros y 8 torturas; entre otros hechos que vulneran los derechos fundamentales de las personas y comunidades indígenas.

Las poblaciones más afectadas por estos crímenes fueron los pueblos Embera Chamí, Embera Katío y Wounan del Chocó, con 2.253 casos; y los Nasa, Wounan y Kokonuco del Cauca, con 1.110.

Carmen Rosa Guerra Ariza, abogada del organismo, considera que a pesar de haberse establecido un acuerdo con las FARC, es un eufemismo seguir hablando de tiempos de paz si “siguen operando otros [actores] de corte paramilitar y narcoparamilitar”. Además, es “pobre el nivel de Implementación del Acuerdo Final y faltan garantías de protección para líderes, lideresas y autoridades indígenas»

También acusó al Gobierno de ser negligente a la hora de garantizar la protección de problemáticas sociales, económicas y ambientales por las que están pasando las poblaciones indígenas. En los últimos años el panorama ha sido oscuro pues 31 pueblos estaban en proceso de exterminio por enfermedades básicas y desnutrición, y es muy alta la cifra de mujeres indígenas que deben ejerecer el trabajo sexual para poder comer.

Tras esta denuncia, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos   concedió una audiencia a la Comisión de Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas de Colombia para el próximo 10 de mayo. Se espera que la situación sea atendida por ese organismo internacional y posteriormente se inicie un debido proceso de reparación y no repetición dentro del marco del posacuerdo.

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