6 dic CI.- Para el Año Internacional de las Lenguas Indígenas proclamado por las Naciones Unidas en 2019, la 21 edición del Festival FILMAR en América Latina, que se realiza en Ginebra, Suiza, entre el 15 de noviembre y el 1 de diciembre, se asoció con Traditions for Tomorrow y presentaron un ciclo cinematográfico completamente en idioma aborigen. Este es el caso de ‘Huahua’, pelicula de Citlalli Andrango y Joshi Espinosa.

La pregunta para responde quiénes somos, abre este documental sobre la identidad aborigen de hoy. Citlalli y Joshi van a tener un hijo, huahua en el idioma kichua de Ecuador. Ambos crecieron entre la tradición aborigen y la modernidad. Al mismo tiempo agradecidos por su herencia cultural y ansiosos por ofrecer lo mejor a sus hijos, se preguntan: ¿qué se necesita para perpetuar esta identidad andina?

Ecuador tiene varios pueblos y nacionalidades, y cada territorio donde se encuentran los pueblos originarios tiene distintas necesidades: por ejemplo “la lucha por la recuperación de la tierra que empezó con la reforma agraria para nuestro abuelos. A partir de la reforma agraria muchos de los territorios comenzaron a crear y afirmar su propria identidad”, cuenta Joshi Espinosa, uno de los autores de Huahua.

“En nuestra tierra, Otavalo, la recuperación del territorio se hizo a partir del poder adquisitivo económico que los grupos kichua comienzan a tener desde los años 70, años en que empieza la migración a Otavalo”, sigue Espinosa. Para entender, en el principio en el casco urbano de Otavalo de los años 70 había solos 4 familias indígenas. Ahora, y desde los 90, la mitad de la población es indígena.

“Afortunadamente, no hemos tenido mucha intervención del Estado porque no hay recurso minero alrededor,”, continua el co-autor de Huahua, “pero, si salimos hacia los territorios amazónicos donde hay petroleo, nos encontramos con otros procesos de recuperación de tierra, porque en estas zonas hay demasiado interés del Estado por los recursos, y tal vez por eso hay corrupciones hasta de los propios líder indígena”.

“Desde la película Huahua fue importante mostrar la conexión con el territorio”, explicó Citlalli Andrnago. “Esta conexión implica otras cosas en respecto a la relación con la tierra misma. Otavalo, por ejemplo, fue un espacio de muchísima discriminación: allí se cazaban a los indígenas cuando habían fiesta para que el lugar no pareciera muy feo”.

Cuando los indígenas volvieron con un poder de compra, compraron las casas a esas mismas personas que los discriminaron en el pasado.

“Con Huahua hemos buscado resignificar esta relación con el territorio”, siguió Andrango. “No es solo tener una casa y ya, sino con todo lo que esta alrededor, los vecinos, los músicos, las calles, la naturaleza. El Estado tiene muy poco entendimiento con esta relación. Las necesidades de los pueblos indígenas no son las mismas que las de los otros ciudadanos”.

El reconocimiento de los pueblos indígenas en Ecuador funciona solamente en el papel, en concreto no existe. Sin embargo hay distintas nacionalidades y por eso los reclamos se mantienen.

Acogida en Ecuador

“Opera prima, realizadores kichuas, sinceramente no esperábamos ver tanta gente: 700 personas asistieron a la proyección de la película en Cuenca, una sorpresa. Huahua interesaba al publico porque, primariamente, es una película que trata de un tema donde todos pueden reconocerse”, nos explicó Joshi Espinosa.

“Todos fuimos jóvenes, todos hemos tenido la conversación si vamos a ser padres, dónde vamos a criar a nuestros hijos. Y ademas, la película fue una buena ocasión para educar a la gente en el tema indígena”, aseguró Espinosa. En Quito, capital de Ecuador, pasó lo mismo. Huahua fue un suceso.

“Lo único”, lamenta Citlalli Andrango, “es que no hemos podido mostrar la película en espacios comerciales, la hemos mostrado en universidades pero en salas comerciales quieren películas de Hollywood que les den plata. Huahua la ven como un tema que no le interesa. Ademas, la visión colonial: ¿quien quería ir a ver una película de unos realizadores kichua?”

Afuera de Ecuador, desde 2017, los realizadores han estados invitados en varios festivales alrededor del mundo, y las invitaciones siguen: “Venimos como embajadores de Ecuador a mostrar nuestra película pero Ecuador no se interesa en esta película, no se suma, no hace publicidad, no invita a los otros ecuatorianos a venir a ver esta película”, lamentan los dos jóvenes.

Medio ambiente

La situación de los pueblos originarios hoy es fácilmente asociada a la defensa del medio ambiente. Eso, principalmente porque los indígenas se dedican a su salvaguardia. En Europa, y también en nuestra américa, apoyar la cultura de los pueblos originarios se ha transformado en una moda que en algo más profundo. “Ahora apropiarse de la cultura y del arte indígena es muy a la moda, pero, hasta qué punto hay un reconocimiento verdadero hacia nosotros?” preguntó Citlalli Andrango.

Durante las represiones de las manifestaciones en Ecuador, la represión y la discriminación hacia los indígenas ha sido muy fuerte. Este acercamiento cultural, entonces, puede catalogarse como superficial y no reflejan en absoluto la realidad.

“No se puede solamente firmar tratados donde se reconocen a los indígenas sino que es necesario algo más concreto”, afirmó Espinosa. “El kichua nadie lo conoce en Ecuador, a pesar que es el segundo idioma oficial del país: que la política se cumpla, y que no se quede sólo en cuestiones de diplomacia y apariencia”.

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CI ER/JA/6/12/2019/17:30