El director de Canal Capital, la señal que logró alterar la hegemonía mediática durante la reciente coyuntura política en la ciudad, recibió a Colombia Informa. En la entrevista, Morris abordó la situación del país, el rol de la televisión pública y de los medios populares de comunicación, y arriesgó una definición tajante sobre el futuro de Colombia y sobre su propio destino profesional si se concreta la separación del alcalde de Bogotá de su cargo.

Ya en su despacho ubicado en el quinto piso del canal, la conversación se inició de manera informal, amena. Hollman Morris es portador de una frondosa y prestigiada trayectoria periodística en el país y a nivel internacional, y comenzó el diálogo queriendo saber de Colombia Informa: preguntó cómo se financia un medio independiente, cuál es el formato informativo, y se interesó por las noticias que produce la Agencia. Durante cerca de media hora respondió las preguntas que se publican en forma íntegra en dos partes.

Colombia Informa: ¿Cree que la apuesta de Canal Capital por incorporar en la televisión temáticas y sectores sociales históricamente excluidos de los medios masivos, tendrá continuidad más allá del posible final de la gestión de Gustavo Petro?

Hollman Morris: Bueno, las cifras, el rating, la generación de opinión que ha hecho Canal Capital en casi dos años que yo llevo en la gerencia, le ha subido el nivel y el estándar. Hoy Canal Capital es considerado por algunos como la tercera opción de televisión nacional en el país. Algunos dicen que es el tercer canal de Colombia. Yo creo que sí, por su programación, por sus contenidos, por los alcances y los debates que hemos generado. Eso nos coloca en un estándar, en un nivel, que uno esperaría que cualquier persona que llegara a reemplazarme en la gerencia del canal mantuviera ese nivel. Pero claro, no podemos olvidar que Canal Capital, siendo el canal público de Bogotá, y por mandato del Concejo de Bogotá, es un canal que también tiene que propender por difundir y promover el plan de gobierno. Y el plan de gobierno de esta administración es la Bogotá Humana, esperamos que así siga durante muchos años. Pero eso no quiere decir que cuando venga otro plan de gobierno, quizás, las líneas editoriales cambien.

C. I.: El periodista Antonio Morales, entrevistado por Colombia Informa, dijo que, ante la concentración informativa que se registra en el país, Canal Capital no debía darle espacio periodístico al «fascismo colombiano». Usted en cambio utilizó el término «equilibrio informativo». En un contexto político tan polarizado, ¿es posible tal equilibrio?

H. M.: Yo no creo que haya polarización informativa. Porque el 99 por ciento de la audiencia, de la opinión pública, del rating, lo impactan los grandes canales privados de televisión, que tienen exactamente la misma lectura de país, ahí no hay matices. El contrapeso que podemos estar haciendo nosotros es mínimo, no hay equilibrio informativo. Nosotros tratamos de visibilizar otras ciudadanías, otros temas. Impactamos en la opinión publica, pero no de tal manera que lleve a un equilibrio informativo. Pero en cuanto a darle expresión a otras voces, así sean contradictorias, yo estoy de acuerdo con eso. Estoy de acuerdo que uno tiene que abrir los espacios, dar voces a otras expresiones, porque nosotros no podemos caer en lo que hemos criticado. A nosotros nos han perseguido, nos han invisibilizado; nos han quitado los espacios de opinión y de visibilización. Con mucha fuerza y trabajo hemos conquistado nuevamente esos espacios. Entonces yo creo que lo más sano es no repetir esos esquemas que tanto hemos criticado. No seremos como ellos. 

C. I.: ¿Por qué cree, entonces, que no hay más medios masivos, privados o estatales, que abran espacios a la sociedad civil?

H. M.: No sé… Eso, digamos, tiene que ver en parte con la concentración de los medios de comunicación. Los grandes medios de comunicación hoy pertenecen a los hombres más ricos del país. La televisión pública, algunos prefieren verla como el decorado de la democracia, una televisión pública que no genere opinión, que no genere debate; que sea bonita, intrascendente, inodora e incolora. Pero en el caso de Bogotá, nosotros creemos que la televisión pública tiene que promover el debate, tiene que promover el análisis, y tiene que abrirle los espacios a las diferentes expresiones. Hay gente, lamentablemente, que en este inicio del siglo veintiuno le sigue teniendo miedo al debate, a abrirle las posibilidades de expresión a las diferentes lecturas de Colombia. Y creo que esa invisibilización va ligada a la violencia. Hoy las cosas en Colombia están cambiando. Y hoy, si queremos entender que nos dirigimos a un proceso de paz y que ese proceso de paz también atraviesa los medios masivos de comunicación privados y públicos, tenemos que entender que nuestro aporte es abrir los espacios a las diferentes lecturas del país.

C. I.: Esa visibilidad que no se da en los grandes medios, por lo general está expresada en medios alternativos. ¿Cómo ve el rol que juegan los medios comunitarios de comunicación en una coyuntura de movilizaciones como la que vive el país?
 
H. M.: Voy a hablar concretamente de lo que ha sido Twitter. El campesino de hoy no es el campesino de hace unos años. El campesino de hoy que se moviliza, que tiene conciencia de su ser, es un campesino que anda con un teléfono celular, que sabe que tiene una cámara y que graba su acontecer de movilización permanente. Los estudiantes, ni se diga. Entonces, estas nuevas tecnologías, estas nuevas redes han permitido que estas movilizaciones sociales, sobre todo en los últimos tres años en Colombia, sean visibles. Y a pesar de los intentos por invisibilizarlos de la gran prensa, a través de estas nuevas tecnologías, de estas redes, de YouTube, lograron que esto se haya conocido. Si antes un director de un medio decía: estas son las noticias del país, hoy ese director tiene que dudar. Es decir: la agenda informativa por la mañana puede ser una, pero la agenda informativa, a partir de la irrupción de las redes sociales, de noticias, de hechos, de imágenes, no se pueden invisibilizar; entonces ese medio tiene que tomar al final del día esa agenda informativa que se mueve a través de las redes sociales y a través de las grandes movilizaciones. Para poner un ejemplo: en las movilizaciones del paro campesino, del paro papero, a la semana YouTube estaba inundada de videos que mostraban la violencia de la fuerza pública contra los manifestantes. Y fue a través de esos videos que empezó a darse cuenta uno de la magnitud de la violencia hacia los manifestantes, y tuvimos que tenerlos en cuenta en la gran prensa, las grandes medios, para que esto fuera invisibilizado, ¿no es cierto?

Mañana, segunda parte:

Hollman Morris: «La destitución de Petro nos llevaría, posiblemente, a que muchos abandonáramos el país»

 http://youtu.be/ITpIdYK5uaE