21 abr. CI.- El 17 de abril se inauguró en Zaragoza una calle peatonal como homenaje a la activista Berta Cáceres. Era reconocida mundialmente por su combate en favor de la protección del medio ambiente y los derechos de su pueblo lenca. El 2 de marzo de 2016 esta lideresa fue asesinada en su casa en La Esperanza.


Una Semana de las Luchas por la Tierra bajo el signo de la memoria

En la ciudad de Zaragoza, España, se celebra la Semana de las Luchas por la Tierra desde 17 hasta el 23 de este mes. Esta semana comienza con la celebración del Día Internacional de las Luchas Campesinas, que aconteció el lunes pasado. La misma es una iniciativa de la red Aragón Hacia la Soberanía Alimentaria -AHSA- que defiende los derechos humanos, lucha para la protección del medio ambiente y de la agroecología. AHSA se está movilizando contra la despoblación rural y el despilfarro de alimentos para lograr la soberanía alimentaria en su región.

Este es un contexto de resistencia al poder de las grandes multinacionales y al sistema que ampara y defiende ese poder. La inauguración de la calle es un homenaje a Berta pero también es un grito de lucha por conservar tanto la calidad de nuestro medio ambiente como la integridad de nuestros territorios. Simbólicamente, la calle se sitúa junto a un pabellón que sirvió de recinto en 2008 para la Exposición Internacional de Zaragoza cuyo tema fue Agua y desarrollo sostenible. La defensa del Río Gualcarque, en Honduras, fue uno de los principales combates de Berta Cáceres.

Numerosos actores públicos y personalidades políticas participaron en el acto de inauguración. Uno de ellos fue Pedro Santisteve, Alcalde de Zaragoza, quien según refiere la red AHSA, “ha recalcado su homenaje personal y en nombre de la ciudadanía zaragoza a estos luchadores que nos marcan un camino a seguir por la dignidad y la sostenibilidad del planeta”.

La lucha que le costó la vida a Berta Cáceres

El 2 de marzo de 2016 la comunidad internacional quedó consternada con el feminicidio político ejercido contra Berta Cáceres. A pesar de todas la amenazas recibidas a lo largo de su vida, la líder de la comunidad indígena nunca paró en su defensa de la naturaleza y en la reivindicación de su identidad de mujer lenca.

Desde 2006, con el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras -COPINH- Berta Cáceres se enfrentaba al proyecto hidroeléctrico Agua Zarca, proyectado en el Río Gualcarque y que amenaza al territorio de comunidades lencas y a todas las que viven alrededor del río.Esta resistencia contínua logró el retiro de varias entidades del proyecto, tanto ejecutivos como financiadores.

Sin embargo, el proyecto aún continúa. Las autoridades hondureñas declararon que la activista fue asesinada tras una tentativa de robo. Pero el COPINH junto a su familia siguen clamando que fue un feminicidio político en contra de su activismo y para frenar su lucha.

Las peligrosas pero necesarias luchas ambientalistas

En la inauguración de la calle Andador Berta Cáceres, el ambientalista Gustavo Castro -quien sufrió junto con Berta el ataque y fue la última persona que la vió con vida- destacó lo difícil que es defender el medio ambiente en Honduras. Este país centroamericano es conocido como unos de los más peligrosos del mundo para llevar esta lucha. Denunció la perpetua corrupción, represión e impunidad para esos crímenes. También subrayó la responsabilidad de los ejércitos, los sicarios y las empresas en esos crímenes políticos que costaron la vida a 120 ambientalistas los últimos años.

La lucha por los derechos de la Madre Tierra es vital. Sin embargo, resulta ser mortífera para los que la llevan. La red AHSA manifiesta que “con el Andador Berta Cáceres queremos recordar y homenajear a tantas personas que siguen dando su vida por defender el patrimonio común de la hizo humanidad, frente a la voracidad de las grandes corporaciones que sólo buscan el lucro de sus accionistas”.

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