7 sep. CI.- Colombia Informa entrevistó en exclusiva al líder social Julián Andrés Gil, víctima de montajes judiciales, quien tras demostrar su inocencia se prepara para iniciar una demanda por los daños ocasionados por esta práctica realizada por la Fiscalía colombiana contra el movimiento social.

Colombia Informa: ¿Cómo fue su caso en el que fue víctima de un montaje judicial?

Julián Andrés Gil Reyes: Yo fui detenido el seis de junio de 2018 y quede en libertad el 25 de noviembre del 2020. Estuve en la cárcel de máxima seguridad de la ciudad de Bogotá llamada la Picota.

CI: ¿Cómo fue el fallo del montaje judicial que usted sufrió?

AG: Tuvimos un fallo absolutorio el 24 de noviembre de 2020 después de una larga pelea jurídica y de una fuerte lucha en la movilización.

Esta victoria fue gracias a la incidencia de los abogados, de familiares, de las amigas, de los compañeros, de la gente solidaria, de los espacios académicos, que se logró un fallo absolutorio. Gracias a la presión y al trabajo jurídico que hicieron los compañeros del comité de solidaridad con presos políticos y asesorías de otros colectivos de abogados y abogadas que siempre han estado muy al tanto de mi caso y del de otras personas que hemos vivido esta experiencia de ser víctimas de falsos positivos judiciales en el país.

CI: ¿Qué impacto tuvo para su familia que usted fuera víctima de este montaje judicial?

JG: A veces se cree que la persona que está privada de la libertad es quien más sufre. Como se dice coloquialmente, el “canazo” o prisión lo sufre, principalmente la mamá, lo viven más las amigas, la compañera afectiva, los compañeros de militancia.

Son quienes lo viven mucho más porque son en quienes queda sembrada la zozobra sobre que va a ser de las vidas de las personas detenidas. Por el lado de las familias siempre están preocupadas sobre si uno ya comió, si uno estará aguantando frío, si puede estar bien, si tiene alguna amenaza o corre algún peligro. El canazo lo vive mucho más fuerte la familia.

En el caso puntual de mi familia, pues mi madre vivió dos infartos. Durante el tiempo que estuve privado de la libertad, sobre todo a partir de la noticia que fue muy popular en el momento, y era un cambio de patio, dentro de la cárcel Picota, donde habían organizado un patio de máxima seguridad para la gente más peligrosa. Tristemente, en ese caso del cambio estaba yo y mi vieja recibió la noticia, esto la preocupo más, la angustio mucho más y todo eso afecto su salud y emocionalmente, ella sufrió bastante en ese momento. Lo bueno es que salió bastante bien de las cirugías que le hicieron después.

Hoy gozo muy feliz de la presencia de mi madrecita, de compartir con ella, pero efectivamente, el dolor de esa experiencia ha sido muy fuerte. Me perdí de mis sobrinos, varios años de verlos crecer, de estar con ellos, de compartir.

Esos son los golpes que vive la familia y a veces no se tienen en cuenta, que solamente vale como la historia de uno por tener una militancia, pero las otras personas que militan en la vida de uno, que están en la vida de unos presentes, pues también llevan una parte y creo que es la más difícil.

CI: ¿Cuántos hermanos tiene usted?

JG: Yo tengo dos hermanos mayores que yo. Ellos también vivieron esta experiencia a su manera, con todas las restricciones por sus trabajos, por sus vidas familiares y demás.

CI: ¿Y su papá?

JG: Pues mi viejo es como de una cultura un poco más dura, una cultura que dirían hoy en día, un poco más machista, más patriarcal entonces, él poco expresa sus emociones, poco expresa lo que siente; sin embargo, se sabe que el hombre también la sufrió. Ahora que nos hemos reencontrado para saludar, para hablar y también para conversar sobre nuestras vidas, ha estado mucho más tranquilo.

CI: Después de la recuperación de la libertad, desde cuando se demostró que usted es inocente y que sufrió un montaje por parte de la Fiscalía, ¿A qué se ha dedicado? ¿Qué está haciendo?

JG: Efectivamente, pudimos comprobar que era un montaje de la Fiscalía y de la policía nacional con la finalidad clara de atacar al movimiento social. Muchas veces, en las reflexiones que he tenido en este tiempo de libertad, es que en ese montaje fui yo la víctima, pero definitivamente, pudo haber sido cualquier otra persona militante del movimiento social, y tenía una finalidad clara de atacar al movimiento social. De atacar los tejidos que teníamos construidos desde los colectivos del barrio, desde el Congreso de los Pueblos, desde los espacios académicos.

No es que estuviéramos haciendo grandes cosas, sino que estábamos haciendo tejidos de hormiguitas, trabajo en los barrios, trabajo de hormiga en el Congreso de los Pueblos y en algunos espacios internacionales.

Siempre he tenido en el corazón al medio Colombia Informa porque estuvo muy pendiente de mi caso durante el tiempo que estuve privado de la libertad y ha estado muy al tanto de muchas situaciones de vulneración de los derechos humanos en el país.

Después de mi libertad tuve que salir del país, debido a algunas situaciones de seguridad. Tuve algunos seguimientos y signos de que podía pasar algo diferente, a estar privado de la libertad. No sabemos con certeza que era, pero si tenemos la seguridad de que eran seguimientos nuevamente. Al finalizar el año 2020 vivimos esta situación, o sea un mes después de estar en libertad. Yo tuve que salir del país.

Estando fuera de Colombia, he intentado nuevamente iniciar mi vida como cualquier otra persona, mi vida de militancia, como cualquier otro militante, como cualquiera que quiere transformar las condiciones que nos niegan la vida digna. Estoy trabajando en un espacio académico, en un centro de investigación de antropología y a eso me dedico en este tiempo.

Me gustaría compartir esa oportunidad de la vida académica comprometida con las causas nuestras, las de la justicia social, las del empoderamiento popular, con mis compas que también están privados de la libertad; con las compañeras y compañeros de la universidad Pedagógica Nacional que están encarcelados, con los cientos de jóvenes que fueron capturados en los periodos de movilización.

Busco hacer de este espacio temporal algo para hablar, para denunciar la situación que viven los y las compas en las cárceles del país y en los CAIS, y centro de detención temporal que existen en Bogotá y en todo el país.

CI: ¿Ustedes van a demandar al Estado por el montaje judicial?

JG: Entendemos desde el equipo jurídico que está llevando el caso y del equipo del Congreso de los Pueblos que es necesario demandar al Estado, porque en este caso pudimos comprobar que había un montaje judicial. Demostramos mi inocencia con un fallo absolutorio y estamos esperando la segunda instancia.

Vamos a demandar al Estado, claro que sí, para que estos casos no se repitan, pero también para que no se mancille la posibilidad de organizarse, para que no se estigmatice la organización comunitaria que es el objetivo de ellos. Precisamente, mi historia, como la de otras personas que hemos salido en libertad, es reivindicar la necesidad de organizarnos, reivindicar la necesidad de movilizarnos por la defensa de nuestros derechos, por construir otras posibilidades de mundo.

CI FC/07/09/2022/18:00