6 may. CI.- El Colectivo Carnívoros Anónimos de la ciudad de Cúcuta brinda clases de ‘Cómo ser un Activista Consciente’, buscando prevenir el daño ambiental ocasionado por la industria cárnica; en dichas clases se estudian las problemáticas sociales, además de preparan recetas vegetarianas y veganas

Un estudio de la Organización Mundial de la Salud – OMS-, afirma que el consumo de carnes es una de las causas del cáncer de colon, próstata y páncreas; 34.000 muertes por cáncer al año pueden ser por el consumo de carne. Mucha de la carne que se consume contiene antibióticos que se utilizan para criar ganado, afectando no solamente la salud, sino además afectando al medio ambiente.

Según estudios de la Organización de las Naciones Unidas – ONU-, para producir un filete de ternera se utilizan 7.000 litros de agua; en el mundo 894 millones de personas no tienen la posibilidad a la más mínima cantidad de agua para subsistir, entre 20 y 50 litros al día, según la Organización Mundial de la Salud.

“Soy activista de la Revolución de la Cuchara Cúcuta hace más de siete años, con el comando Barí, pertenezco a este colectivo gracias a las cosas que ellos me enseñaron sobre ser consciente, mi mayor motivación es brindar un servicio sin ánimo de lucro, con muchas ganas de ayudar”, expresó Edison Alexis Medrano, líder activista.

Carnívoros Anónimos nace del seno de una iniciativa que promueve el acercamiento entre personas que buscan la salud, no solo de ellos sino de los animales y el respeto por la vida de estos, siendo conscientes de que la alimentación sana es también una posición política, pues no sólo se cuestionan los hábitos alimenticios sino también el uso del suelo, por ejemplo, la ganadería extensiva.

La producción de Carnes es una de los daños más grandes para el planeta; las hamburguesas cárnicas requieren al menos 1.695 litros de agua, la alimentación hecha a base de soya para los animales destinados a la industria de cárnicos y lácteos, requiere deforestación de grandes extensiones de tierra para el cultivo de esta.

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“En Cúcuta llevamos ya seis años formando activistas. Habíamos parado un tiempo porque nuestra ciudad debate otros temas y no la consciencia. Estamos aquí para servir, para instruir a las personas, para enseñarles a preparar sus propios alimentos”, explicó Medrano.

Un estudio realizado por la organización internacional GRAIN, junto al Instituto para la Agricultura y Política Comercial de Minnesota, afirma que la industria cárnica y de lácteos incluso sobrepasan a las petroleras como los mayores contaminantes.

Con el fin de limitar el calentamiento global a 1.5 grados centígrados hacia 2050, debemos cambiar las emisiones globales en 38 mil millones de toneladas. Si la demanda de carne y lácteos siguieran creciendo como los expertos predicen, la industria ganadera podría producir el 80% de las emisiones aceptables de gases de efecto invernadero en solo 32 años.

La industria ganadera es responsable del 15% de los gases de efecto invernadero en todo el mundo contaminando más que la industria de transporte; si la industria cárnica no se reduce, en el 2050 la contaminación del agua por parte de la industria cárnica y de lácteos alcanzarían a afectar más de un tercio de la población.

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En el contexto Sudamericano, Argentina es el país con el consumo más alto de carne, Brasil es el segundo exportador y consumidor de carne, y Colombia ocupa el cuarto lugar en esta cadena.

La producción y consumo de carne no es un problema exclusivamente ambiental, en general tiene profundas implicaciones sociales, políticas y económicas en la sociedad. En Colombia la ganadería ha estado ligada al latifundio, a la conformación de grupos paramilitares (actualmente cursan numerosas investigaciones contra empresarios ganaderos del país por la creación y financiación de éstos); en la actualidad, la Federación Nacional de Ganaderos -FEDEGAN- en cabeza de José Félix Lafaurie se ha convertido en bastión y fortín político del uribismo y del Gobierno del presidente Iván Duque.

Tomar la iniciativa de optar por el vegetarianismo no solo disminuye la contaminación a nivel mundial provocada por la industria cárnica, sino que además es una apuesta por la salud, y por acabar con el sufrimiento y la tortura de miles de animales que se utilizan como alimento, respetando la vida de todo ser vivo, apuntando también al activismo político consciente y coherente.

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CI CN-AC/JO/06/05/2019/12:00