29 may. CI.- El Pueblo Nasa históricamente ha trabajado de forma colectiva por la reivindicación de las tierras ancestrales que habita y que actualmente están ocupadas por el oligopolio de la caña de azúcar y la agroindustria. Estas comunidades se han organizado en el Consejo Regional Indígena del Cauca -CRIC- desde 1971; sin embargo, el recrudecimiento[1] de la represión y los ataques por parte de la Fuerza Pública que se opone al Proceso de Liberación de la Madre Tierra que los Nasas adelantan.

Con el Proceso de Liberación, este pueblo busca revertir la lógica de la explotación de las tierras para producir agrocombustibles. Además, promueve la liberación a través de la memoria, la resistencia y la reivindicación de que no es solo la denuncia del despojo de su propio territorio sino un homenaje a quienes han dado su vida por defenderlas.

“Volvimos a nuestra tierra, ahora en manos de lugartenientes de la agroindustria y del sistema financiero mundial. Venimos siendo las comunidades en proceso de liberación de la Madre Tierra, Uma Kiwe, y que no descansaremos hasta Verla en libertad”, declaran como base de la Plataforma de los Procesos de la Liberación de la Madre Tierra.

La Liberación de la Madre Tierra consiste en sustituir los monocultivos [2] de caña que han implantado en esos territorios, por sembrados de comida y semillas varias y ancestrales para restablecer naturalmente los ecosistemas de bosque tropical y bosque andino. El propósito es mantener e incrementar las fuentes de agua para mitigar el cambio climático.

Para mantener los monocultivos de caña de azúcar y agrocombustibles se necesitan 25 millones de litros de agua por segundo. Esta agua es tomada de las fuentes hídricas que se encuentran en las tierras que poseen y protegen los Nasa. Actualmente habitan 111.642 personas en 37.132 hectáreas establecidas en los municipios Corinto, Miranda, Caloto, Toribío y Santander de Quilichao.

Según la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca -ACIN-, los Nasa necesitan alrededor de 40.000 mil hectáreas ya que las familias no caben en los resguardos.

Antecedentes Históricos

En 1992 fue condenado el Estado Colombiano por la Masacre del Nilo, donde resultaron 21 personas asesinadas. El 7 de septiembre de 1995 el mismo Gobierno admitió internacionalmente su responsabilidad de estas ejecuciones extrajudiciales. Hasta el día de hoy los compromisos de cumplir con las recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos -CIDH- en materia de verdad, justicia y reparación individual y colectiva, no han sido cumplidos.

Como protesta contra esta Masacre, los líderes indígenas se organizaron durante los años 2005, 2006, 2009 y 2011 para exigir al Estado las hectáreas de la Finca Emperatriz (sitio donde sucedió) para la reparación debida por el crimen.

Motivados por hacer cumplir sus reivindicaciones, entre el 2014 y 2015, organizaron dos grandes mingas donde ocuparon ocho fincas en los municipios Corinto y Caloto (Norte del Cauca). En ese momento comenzó el Proceso de Liberación de la Madre Tierra.

“En todas las mingas y trabajos comunitarios realizados por la liberación de la Madre Tierra, se han presentado agresiones por parte del personal de las haciendas a la comunidad, ataques por parte de la Fuerza Pública, agrediendo a los liberadores, destruyendo sus cultivos, sus ranchos, disparándoles indiscriminadamente (…) a pesar del dolor, la persecución y la muerte, la liberación de la madre tierra seguirá hasta que el Estado colombiano de una solución a esta situación”, declaró la Consejería Mayor de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca en el 2017.

Belisario Camayo, Lorenzo Largo Dagua, Pedro Pascué, Guillermo Paví, Daniel Castro, Héctor Janer y Ramón Ascue Calix son los nombres de algunas de las víctimas de esta lucha. Sus muertes fueron ocasionadas por la Fuerza Pública, en especial el Escuadrón Móvil Antidisturbios -Esmad-, que se ha especializado en desalojar a la comunidad  de sus territorios.

En marzo de 2017, el CRIC denunció el asesinato del comunero indígena Javier Oteca, quien se encontraba en la Hacienda Miraflores, en Corinto (Cauca), y fue asesinado por trabajadores de seguridad del ingenio azucarero Incauca.

Los montajes judiciales forman parte de la persecución al pueblo Nasa. En el mes de abril del 2013 se registraron más de cuatro capturas ilegales en municipios del Norte del Cauca; sin órdenes judiciales, sin organismo de control y con militares que hicieron uso de armas de fuego, gases lacrimógenos, bombas de aturdimiento y disparos. Acusaban a los capturados de ser presuntamente guerrilleros y por concierto para delinquir. Pero la Fiscalía no presentó material probatorio contundente.

A pesar de la creciente y sistemática violencia de los terratenientes y el Estado contra los derechos de autogobierno del pueblo Nasa, estas comunidades siguen sembrando sobre lo destruido. Prometen no rendirse hasta ver a La Madre Tierra liberada de la esclavitud capitalista.

CI AO/PC/29/05/18/10:30

Notas:

1- Hemos reportado este recrudecimiento y aumento de la violencia de la Fuerza Pública en las siguientes notas:

Policía Antidisturbios agrede proceso pacífico de liberación de la Madre Tierra

Denuncian amenazas y ataques paramilitares contra procesos indígenas Nasa

Fuerza pública ataca nuevamente a procesos comunitarios del Norte del Cauca

Esmad ataca el Encuentro Internacional de la Madre Tierra en Corinto, Cauca

2- Monocultivos: plantaciones de gran extensión con el cultivo de una sola especie, con los mismos patrones, resultando en una similitud genética, utilizando los mismos métodos de cultivo para toda la plantación (control de pestes, fertilización y alta estandarización de la producción), lo que hace más eficiente la producción a gran escala. Casos frecuentes de monocultivo se dan con el eucalipto, pino, en el caso de árboles, o grandes plantaciones de cereal, soja, caña de azúcar, algodón, maíz lo cual produce la degradación del suelo debido a que estos solo absorben los nutrientes que consideran necesarios para su crecimiento, haciendo así, que el suelo pierda la fertilidad al acabarse con uno (o más) de sus nutrientes.