17 ago. CI.- Fortul, uno de los siete municipios del Departamento Arauca, fue escenario de una movilización social para conmemorar un aniversario más del asesinato del líder social y defensor de derechos humanos Joel Sierra. Con este acto se conmemoró también a todas las víctimas del conflicto colombiano en ese territorio.

El 12 de agosto de 1989 fue asesinado este líder social. Hoy, 28 años después, su asesinato se convierte en motivo de “dignificar la labor de aquellas personas que han sido asesinadas luchando por defender los derechos humanos como dirigentes campesinos, juveniles o presidentes de Juntas de Acción Comunal”, según manifestó John Alexis Castro, miembro de la Secretaría de formación de la Fundación de Derechos Humanos Joel Sierra.

“El objetivo de estas actividades -continuó- es y será siempre no olvidar, como lo hemos venido diciendo siempre. Ni perdón ni olvido para los crímenes de Estado, porque es él quien debe garantizar nuestros derechos que se han venido violentando. Nuestro municipio desde hace muchos años ha sido blanco de tragedias enmarcadas en el conflicto armado”.

Este homenaje consistió en un recorrido desde la entrada del pueblo hasta su coliseo central, en donde hubo manifestaciones culturales y religiosas y se contó con la presencia de familiares de las víctimas homenajeadas.

El evento fue organizado por la Fundación de Derechos Humanos Joel Sierra, la cual lleva 21 años de labor social en el Departamento con el apoyo y participación de la Mesa Municipal de Víctimas y de varias organizaciones sociales de mujeres, jóvenes, estudiantes, indígenas, campesinos y sindicatos.

“El único reconocimiento que hemos tenido como familia ha venido de parte de las organizaciones y fundaciones defensoras de derechos humanos. Es más, estoy casi seguro de que el nombre de mi hermano no figura en los registros de víctimas del conflicto, ni del municipio, ni del país. Como familia -a pesar de que nos sentimos de alguna manera reconocidos por esas organizaciones- sentimos nostalgia. Por más reconocimiento social que tengamos, la vida de Joel no se va a recuperar nunca. Pero nos sentimos reconfortados al ver que con estas actividades otras personas tienen el derecho de reconocerse como víctimas del conflicto armado en Colombia”, expresó Gabriel Sierra Ramírez, hermano de Joel Sierra.

Con estas actividades se busca que el pueblo colombiano -desde los municipios que más han sido hostigados por el conflicto y la represión estatal- no olvide los asesinatos de sus líderes y lideresas sociales.

Teniendo en cuenta el actual proceso de paz entre el Gobierno nacional y el Ejército de Liberación Nacional -ELN- y la implementación de los acuerdos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia; las organizaciones sociales y habitantes de Arauca hacen el llamado al Estado para que exista un reconocimiento de la lucha de defensores y defensoras de derechos humanos y garantías para su labor y sus vidas.

“Pedimos cambios estructurales, que no sea meramente el silenciamiento de los fusiles. No podemos hablar de paz viendo el panorama actual de asesinato y persecución a líderes y lideresas sociales. La paz real es con inversión en el campo y garantías laborales para todos y todas las colombianas. Si no es así, no es una paz concreta”, afirmó Castro.

CI AP/PC/17/07/2017/7:00