16 abr. CI.- Medios nacionales e internacionales reportaron que: “La Policía Nacional de España informó este lunes la detención de un sospechoso por cargos ‘de terrorismo al albergar la infraestructura de propaganda y difusión de contenidos terroristas’ que presuntamente pertenecen al Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia”.

Este arresto sucedió en la misma semana en la que apresaron a Julián Assange y a Ola Bini por acusaciones parecidas. Y aunque el detenido español ya fue liberado, este hecho es una notificación de los grandes poderes hegemónicos sobre quiénes tienen derecho a expresarse libremente en Internet.

El operativo que resultó en esta detención de un nuevo desarrollador web fue realizado por un equipo conjunto de la dirección de inteligencia de la Policía Nacional colombiana y la policía española. Ambas fuerzas autoritarias reportaron que la investigación acerca de las plataformas de comunicación del ELN comenzó después del 17 de enero pasado, luego de que la organización guerrillera realizara un ataque militar contra la Academia de Cadetes General Santander, en Bogotá.

¿Qué representa esta acción?

La consigna del Gobierno de Iván Duque ha sido reducir al máximo al ELN, tanto en lo militar como en lo político. Junto a la ruptura de la Mesa de Negociación, después del 17 de enero de este año (día del ataque a la Escuela de Cadetes General Santander, en la ciudad de Bogotá), el Gobierno ha dejado de reconocer al ELN como actor político beligerante. “Ablandar” al ELN es el objetivo y acallarlo parece ser una de las tácticas para su estrategia.

La página principal ELN- Voces de Colombia | E L N funciona como el órgano oficial de comunicación del Ejército de Liberación Nacional. Es decir, es el medio de comunicación a través del cual esta organización publica sus comunicados e informaciones oficiales.  Vale destacar que después del 17 de enero pasado (día del ataque) la cuenta oficial del ELN en Twitter para las conversaciones de paz con el Gobierno de Colombia, fue cancelada por la misma red:

Mientras tanto, al poner en el buscador de Twitter “ELN”, solo aparece una cuenta de una supuesta sucursal en Venezuela de esa organización. Dicha cuenta en sí misma es contradictoria en cuanto a los diferentes trinos que postea pues lo mismo defiende que amenaza al Presidente Nicolás Maduro, con lo cual bien podría suponerse que es una cuenta falsa.

¿Qué expresa este panorama? El Ejército de Liberación Nacional no solamente tiene parte de su dirigencia incomunicada en La Habana, ante la negativa del Gobierno colombiano de cumplir con los protocolos para su regreso a sus diferentes instancias; sino que ahora tampoco puede informar sobre sus diferentes decisiones y/o acciones en un espacio que se pinta como “la democratización de los medios de comunicación” y donde la gobernanza es compartida, es decir: Internet.   

Mientras que el ELN reiteró su posición a reactivar los diálogos de Paz; el Presidente de Colombia, Iván Duque, anunció en enero la ruptura de las negociaciones y reactivó las órdenes de captura contra diez miembros de dicha organización que participaban en la mesa de diálogo.

Si el Gobierno comienza a cercar y aislar a quienes no reconoce como actores políticos, ¿cuando comenzará a cerrar portales y redes sociales del movimiento popular? ¿Hasta dónde esta acción conjunta Colombia-España es fruto de la vinculación a la Organización del Tratado del Atlántico Norte -OTAN- y la casería antisubversiva a escala mundial? Son algunas de las preguntas que surgen ante la detención.

El Gobierno deja clara su posición: si no reconoce al Ejército de Liberación Nacional como actor político beligerante, no tiene derecho a hablar. Es su clara decisión de avanzar con la guerra y no con el diálogo.

CI PC/PM/16/04/2019/15:24