19 may. CI.- Un avión con 113 personas a bordo se estrelló en medio de su despegue del Aeropuerto Internacional José Martí en La Habana, Cuba. Solamente tres de los pasajeros se mantienen con vida y en estado estable, aunque aún con mucho riesgo para sus vidas. La nación caribeña ha decretado dos días de duelo nacional a partir de las 6 de la mañana de este sábado 19 de mayo. Desde entonces, el mundo exclama: “Fuerza Cuba”.

Con el hagstash #FuerzaCuba miles de personas expresan sus condolencias a los familiares de las víctimas y al pueblo cubano.

La aeronave se dirigía hacia Guyana, pero antes haría una escala nacional en la oriental provincia de Holguín (Cuba). Se estima que alrededor de 60 de las personas fallecidas eran en esa provincia, por lo cual los familiares de las mismas se trasladaron hasta la capital para ayudar a las autoridades de Medicina Legal a identificar los cuerpos.

Cinco de las personas que en ese avión viajaban eran extranjeras, sobre todo mexicanas, pues esta era una aeronave alquilada a una empresa de ese país para vuelos de la compañía Cubana de Aviación. La Cancillería argentina también hizo público que dos de los fallecidos eran ciudadanos suyos que estaban de vacaciones en la isla caribeña.

El despegue es el momento más peligros de un vuelo pues además de que el avión debe lograr conseguir estabilidad, los tanques de la aeronave están llenos de combustible altamente inflamable. Las autoridades cubanas, en voz de su Presidente Miguel Díaz-Canel, han asegurado que se investigan las causas y los responsables del siniestro. En ese país no se vivía este tipo de trágicos accidentes desde noviembre de 2010.

La empresa aeronáutica Boeing, fabricante del avión accidentado el viernes en La Habana, expresó sus condolencias a familiares y amigos de las víctimas y sus mejores deseos para la recuperación de los sobrevivientes. Además, la compañía informó que cuenta con un equipo técnico listo para asistir en las investigaciones según lo permitido por las leyes de Estados Unidos y Cuba, y bajo la dirección de la Junta de Seguridad del Transporte de Estados Unidos y las autoridades cubanas.

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