Continuando con la búsqueda de la paz en Colombia, en el tercer día de trabajo del congreso para la paz, se desarrollaron tres ejes temáticos de discusión de las mesas. El primero de ellos discutió sobre la construcción de movimiento social por la paz; otra mesa se encargó de la participación política popular en la construcción de paz y por último, la solución a crisis humanitaria. 

 En cada mesa se cuestionó cuáles serían los objetivos y puntos de encuentro para desarrollar el movimiento social por la paz, cual debería ser la ruta de construcción y acción del movimiento social por la paz y cuáles serían los escenarios para la construcción del movimiento de paz y qué papel debería desempeñar.

En la mesa de construcción de movimiento social por la paz, se concluyó que se ratifica la unidad como elemento esencial y que sea apoyado por la articulación y vinculación de los sectores sociales, que aporten a la construcción del movimiento por la paz desde lo local hacia lo nacional. Que se debe es necesario establecer articulación de los espacios sociales, las alianzas de los procesos populares, sociales y políticos. También establecer escenarios multilaterales como dialogo con las insurgencias que aporten al proceso de la paz. 

Por parte de la mesa de participación política popular en la construcción de paz se cuestiona los diálogos de paz en la Habana (Cuba) y cual debería ser la participación política social y popular en esas negociaciones. Que la construcción de paz se debe dar desde lo local hacia lo nacional, y que se deben garantizar espacios que sirvan como acumulador de fuerzas sociales, políticas y populares con mecanismos de participación.

Los congresistas que participaron en la mesa de solución a la crisis humanitaria proponen que los derechos humanos deben ser una bandera de lucha, que vaya desde lo popular con la unión de las organizaciones sociales y políticas, articulando una agenda popular que exija cambios y reformas de tipo agraria, económica, educacional y por supuesto de salud; el cese al fuego bilateral,  la desmilitarización de territorios, la disminución de inversión a la guerra y el rechazo al fuero militar. Se exige que los diálogos de la Habana se incluya de manera articulada a las organizaciones políticas y sociales como construcción de paz.