11 sep. CI.- Estudiantes de la Pontificia Universidad Javeriana organizaron un conversatorio sobre los diálogos de paz entre el Ejército de Liberación Nacional -ELN- y el Gobierno. Además de explicar los enfoques de la agenda, abrieron un espacio para la reflexión sobre la confianza y la credibilidad hacia esta Mesa de conversaciones.

El conversatorio giró acerca de la peculiar coyuntura que vive el país: hay un proceso de reincorporación de las antiguas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia -FARC- a la vida civil y a la política legal, y el ELN y el Gobierno Nacional acordaron un Cese Bilateral y Temporal al fuego.

Víctor de Currea, periodista y profesor de la Universidad Nacional, enfatizó en que la apuesta del ELN es real porque se centra en la participación. A pesar de las distintas tendencias que existan en esa insurgencia, el profesor asegura que existe una intención de unidad.

Al mismo tiempo, reconoce un problema inicial de maximalismos por parte de ambos protagonistas en las conversaciones. Es decir, tanto la pretensión del ELN de “hacer la revolución desde la Mesa de conversación” como el afán de la tregua por parte del Gobierno Nacional. Sobre este último agregó que cambia la naturaleza de las transformaciones que se plantean en la agenda.

Por otra parte, Andrés Dávila, profesor de la Javeriana, explicó que la participación que demanda este Proceso de Paz puede ser un escenario complicado. “La insistencia en una negociación con una cantidad de participación no se puede resolver en meses, incluso décadas”.

Juan Carlos Roncal, miembro de la Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia -MAPP/OEA-, afirmó que “no se trata de una participación como la que sucedió en la Habana, sino que es una participación que debería estar alimentando permanentemente a la mesa con insumos en la medida en que se va avanzando en la discusión de todos los puntos del Acuerdo”.

Este funcionario aplaude la propuesta de ir firmando e implementando, pues considera que está en contraste con la propuesta del Proceso de Paz recién concluido con las FARC en la que “nada estaba acordado hasta que todo estuviera acordado”.

El Proceso de Paz con las guerrillas es uno solo, resaltó Julián Arévalo en nombre de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz. El Gobierno afirma que este se lleva a cabo con diferentes mesas, tiempos y agendas pero el objetivo es el mismo.

Este debate permitió reflexionar sobre la voluntad de paz del Gobierno Nacional en el cumplimiento de las garantías.

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