Cerca de un centenar de lideres comunitarios, de diferentes regiones del país, se encontraron este 17 y 18 de Abril en la ciudad de Bogotá, para llevar a cabo el Seminario Nacional Tierras, Territorios y Soberanías, espacio preparatorio al Congreso Nacional para la Paz.

El seminario tenía como objetivo trazar una linea de continuidad del Congreso de los Pueblos, pues consideran que para hablar de paz hay que tratar el tema de la tierra. “Por eso se citó a las comunidades para refrescar el diagnostico de tierras y las propuestas del Congreso de Tierras, Territorios y Soberanías hacía el congreso para la paz”, puntualizó Alfredo Burbano.

Para Mayerly del Colectivo Soberanía y Naturaleza, una de las gestoras del encuentro, “el mayor reto de esta evento es la concreción de acción política, frente a la construcción de política publica y la construcción de mandatos populares aterrizados a la realidad de las regiones de nuestro país”, y agrega, “El Congreso de los Pueblos a partir del proceso que lleva desde el 2010 quiere generar planes de vida para la construcción real de paz. Para nosotros no es un momento coyuntural.”

“Los insumos más destacados” rumbo el Congreso para la Paz son los posibles planes de acción para materializar los mandatos emanados del Congreso Nacional de Tierras Territorio y Soberanía en el 2011. Así como una postura sobre la relación que tiene la propiedad de la tierra, uso de la misma y construcción de paz.

Con la exposición de Alberto Castilla, vocero del Congreso de los Pueblos, se dio inicio al espacio, donde se analizó los orígenes del conflicto y la formación histórica de la propiedad de la tierra en Colombia. Donde puntualizó que actualmente no basta con reclamar la tierra para el que la trabaja, pues son los grandes empresarios los beneficiados con esto, hace falta luchar por la tierra para la autonomía y soberanía de las comunidades, “tierra para el que la cuida”.

“No solo es la propiedad de la tierra, es el modelo económico y sus políticas de despojo que atenta contra los territorios”, expresó un campesino asistente, que ejemplificó lo dicho con la propiedad que en este momento tienen los pueblos indígenas sobre la tierra mediante los resguardos, pero el Estado no respeta su autonomía territorial ni organizativa, fumigando sus cultivos de uso ancestral e invadiendo el territorio.

“Un aspecto importante para hacer este congreso para la paz es que es la mesa no se esta discutiendo el modelo económico.” Campesino asistente.

En el espacio no se hicieron esperar algunas preocupaciones frente a los actuales diálogos entre las FARC-EP y el Gobierno de Colombia. Aunque saludan la mesa, son consiente de la propuesta de Zonas de Reserva Campesina no incluyen a muchos campesinos que su construcción comunitaria la han hecho desde los planes de vida y con autonomía frente al Estado. 

Las zonas de reserva campesina en tanto figura jurídica son un avance en intentar resolver el problema de la propiedad de la tierra, sin embargo la forma como en este momento se están planteando las Zonas de Reserva Campesina, ocasionaría conflictos interétnicos entre Indígenas, Campesinos y Afros, pues dichas zonas se trazaron sobre territorios donde hay comunidades ya asentadas. Según la investigadora antropóloga María Jesus Pinto, también participante del seminario, en las zonas de reserva campesina no hay oposición a la mega-minería ni a la acción de las transnacionales en el territorio, aspecto agravante.

Un tema complementario al anterior, es la titulación de tierras; el actual gobierno a adelantado esfuerzos por la formalizar la tierra,  sin embargo se a promocionado en mayor escala la titulación individual, en contra de la titulación colectiva. Para las comunidades la titulación individual facilita la compra de tierras a las multinacionales minero-energéticas, afectando la vida comunitaria, la seguridad alimentaria y la soberanía de los pueblos.

Por todo ello Campesinos, Indígenas y Afros, asistentes al seminario, convergen en la necesidad de una organización unitaria que permita luchar por la tierra en Colombia contra la locomotora minero-energética, por una reforma agraria integral, la protección del agua, la construcción de identidades, autonomía y ordenamiento territorial popular. Para ello se darán cita el próximo 19, 20 y 21 en la Universidad Nacional, sede Bogotás, en el Congreso para la Paz.