La Fundación Glairis y la discoteca Queens convocaron a la comunidad LGTBI de Cali, este domingo 29 de junio, a participar en el Pride 2014 como se conoce y conmemora la marcha internacional del orgullo gay.

En la emblemática avenida sexta tuvo lugar el Pride, evento que más allá de revindicar derechos, buscaba festejar y exaltar el orgullo que significa ser gay y la felicidad que ello constituye para esta comunidad. Esta vez el recorrido fue en el norte de la ciudad, terminando frente al centro comercial Chipichape, donde finalizó con una fiesta llena de música, diversidad y color, en ella participaron aproximadamente 1.000 personas entre: gays, bisexuales, lesbianas, transgéneros, travestis y transexuales.

Este es el segundo año consecutivo que se realiza esta conmemoración en la ciudad de Cali, en él también se conmemoran los disturbios de Stonowall, los cuales cumplieron el 28 de junio, 45 años de acontecidos. De esta manera se  recordó la histórica lucha que tuvo lugar en Estados Unidos, donde la comunidad LGTBI, confrontó por primera vez a los entes gubernamentales. Oscar Samuel Mejía, director de la Fundación Glairis afirmó: “celebrar y conmemorar este hecho, es para la comunidad LGTBI muy importante, ya que a partir de lo sucedido en Stonewall se comenzó a reconocer como comunidad diversa”.

Por otro lado, vale la pena resaltar que este espacio fue propicio para denunciar las múltiples vulneraciones y discriminaciones a las que son sometidos los miembros de la comunidad LGTBI, específicamente las mujeres transexuales, teniendo como principal ámbito de violación de derechos la salud. Por esta razón, se vinculó la Unión Temporal Compromiso con el Valle, para la realizar pruebas de VIH, debido al alto índice de HCH (hombres que tienen sexo como hombres) con ITS (infecciones de trasmisión sexual), específicamente en la ciudad de Cali.

Ahora bien, es importante decir que esta marcha se enmarca en una serie de acciones que ha venido adelantando la comunidad LGTBI, con el objetivo de visibilizar y expresar mediante la celebración alegre, la existencia de un grupo humano que la sociedad ha negado y excluido, es por ello que se ha promovido a nivel local la construcción de espacios que permitan la libre expresión de la comunidad, Mejía agregó: “lo que queremos es que la gente del común nos revindique y reconozca nuestros derechos que como seres humanos tenemos, pues somos hermanos, hijos,  personas comunes y corrientes”.

El Pride se constituye como un frente de lucha de un grupo humano relegado, que busca ser reconocido e incluido en la dinámicas sociales. En diálogo con Colombia Informa, Alejandro Salcedo miembro de la Fundación Glairis, manifestó: “lo que se quiere es darnos a conocer, mostrarnos ante una sociedad tan opresora como la colombiana, para revindicamos…el presentarnos, el salir a las calles tiene un sentido político y nos estamos revindicando, a pesar de que haya tanta opresión por parte del gobierno y de la religión, por eso estamos en resistencia, en marcha, porque nosotros existimos y existimos para vivir”.

Finalmente, queda manifiesta la necesidad de esta comunidad de hacer escuchar su voz, de exigir respeto y de seguir construyendo espacios reivindicativos para continuar dignificando la opción de vida por la que optaron, que toma mucha más fuerza si se tiene en cuenta la diversidad de actores que integran la sociedad, dando lugar a un mundo complejo que debe reconocer las diferentes particularidades que se están gestando.