19 oct. CI.- En el marco del paro nacional de mujeres en Argentina, como respuesta al feminicidio a Lucía Pérez, el movimiento feminista de Colombia sumó su organización e indignación para reclamar a la sociedad latinoamericana no más asesinatos de mujeres, #NiUnaMenos.

Sandra Solano, integrante de la Confluencia de Mujeres manifestó que “lo que le pasó a Lucía es el espejo de una sociedad y una Latinoamérica patriarcal llena de odio hacia las mujeres. Es la degradación del  modelo económico que nos pone a las mujeres en una lugar marginal, donde las principales empobrecidas, golpeadas, asesinadas, ninguneadas, somos nosotras las mujeres; nuestros cuerpos siguen siendo objeto de violencias, aquellas que se legitiman desde una cultura que impone estereotipos en las que no cabemos las diferentes, las que tratamos de romper todos los días una cuerda más del amarre patriarcal. Lo que le pasó a Lucía y a muchas mujeres de Latinoamérica nos duele a todas, nos indigna a todas, nos sacude a todas, nos rebela a todas”.

Además, Solano explicó que esta “realidad nos lleva a continuar exigiendo una vida digna para las mujeres, unidad entre las latinoamericanas para decirle a estos sistemas de muerte que cuando tocan a una, respondemos todas”.

El feminicidio de Lucía no es un caso aislado, es todo un círculo de violencias en el que las mujeres han sido, y siguen siendo, las principales víctimas. Como lo han expresado las compañeras feministas en Argentina, hay un hilo conductor entre lo que le sucedió a Lucía y la represión que viven las mujeres hoy en el continente y el mundo.

Sol Rivera, integrante de La Batucada Feminista Tremenda Revoltosa, resaltó que “una cosa importante para nosotras y, en general, para el movimiento de mujeres, es llamar a estos asesinatos de mujeres: feminicidios. Este nombre le da contenido político a los asesinatos contra las mujeres, que claramente responden a un orden sistemático de violencia misógina que busca la eliminación de las mujeres física y simbólicamente. Los feminicidios no son una problemática específica de un país en particular, gracias al carácter estructural al que responden; son resultado de la articulación de sistemas de orden misógino. Lo que pasó con Lucía, en Argentina, es un asesinato que trasciende las fronteras”.

Finalmente, al contextualizar la situación en Colombia, Rivera aseguró que “hemos tenido una complejidad con el término ‘feminicidio’ y con la realidad a la que se refiere. Las compañeras de la Red Feminista de Medellín tienen una reflexión muy interesante sobre qué tienen que ver los feminicidios con el sistema neoliberal, con la llegada de capitales extranjeros que motivan unos modelos de desarrollo específicos; y cómo estas condiciones generan las muertes de la mujeres empobrecidas, racializadas”.

Así mismo, en Buenaventura muchas organizaciones de mujeres, como la Red Mariposas de Alas Nuevas, han analizado que esta violencia no solo responde a un sistema patriarcal sino que hay otros órdenes de carácter racial, económico y político, en estos territorios específicos, que crean el contexto en el que las mujeres son asesinadas bajo el terror y la violencia sobre sus cuerpos.

La lucha contra el feminicidio, el patriarcado y la violencia contra las mujeres, ha sido una bandera que las organizaciones de mujeres y feministas han tenido durante toda su historia. Mucho de su quehacer organizado tiene que ver con la denuncia del feminicidio, relacionando otras dimensiones de la vida social que determinan que esto suceda como el racismo y el capitalismo. Una lucha realizada desde lo político, lo simbólico y lo cultural, que requiere de la organización social.

El 25 de noviembre se conmemora entonces, como se ha realizado tradicionalmente en Latinoamérica, el día contra las violencias hacia las mujeres. Además de esto, las organizaciones de mujeres también están volcadas para defender los Acuerdos entre las FARC y el Gobierno, exigir que se mantenga el enfoque de género. Esto ahora es una prioridad para los movimientos que luchamos por la eliminación de todas las formas de violencia contra las mujeres y que le apostamos a la transformación social.

Antecedentes

Según medios de comunicación locales, con el asesinato de Lucía serían por lo menos tres casos más de mujeres asesinadas en Argentina la última semana. Silvia Filomena Ruiz, de 55, fue acuchillada por su expareja en Buenos Aires el pasado jueves; Marilyn Méndez, de 28 años y embarazada de tres meses, fue asesinada del mismo modo un día después también por su expareja en Santiago del Estero, zona norte del país. Vanesa Débora Moreno, de 38 años, fue apuñalada este domingo por su marido en Lanús. La Justicia investiga la muerte de Milagros Barazutti, de 15 años, que fue hallada muerta el fin de semana en un descampado de Mendoza, al oeste del país, sin señales de violencia.

La Corte Suprema de Justicia de Argentina registró 235 femicidios en 2015, uno cada 36 horas en promedio, mientras que un año antes la cifra fue de 225. El repudio generalizado a la violencia machista se ha visto plasmado con movilizaciones multitudinarias en todas las grandes ciudades del país bajo el lema «Ni una menos».

Ante el brutal asesinato de Lucía Pérez, 50 organizaciones han convocado a una huelga de una hora y a una nueva marcha el próximo miércoles. «A menos de una semana del Encuentro Nacional de Mujeres, un nuevo femicidio brutal expone la violencia a la que estamos expuestas. Por todas las mujeres que faltan, por las asesinadas y desaparecidas, contra la violencia y el terrorismo machista contra la impunidad, contra el encubrimiento, contra la inacción y complicidad estatal y policial», señala uno de los textos de la convocatoria.

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